lunes, 31 de octubre de 2011

Tesis del Máster en Gestión de las Políticas Migratorias e Interculturalidad, en la Universidad de Alicante.



En este enlace puedes encontrar el texto de mi Tesis  del Máster en Gestión de las Políticas Migratorias e Interculturalidad, en la Universidad de Alicante.
http://es.scribd.com/doc/70989178/EL-CUERPO-AQUI-LA-MENTE-ALLI-Etnografia-sobre-la-construccion-identitaria-de-latinoamericanos-viviendo-en-Alicante
Construir una historia en una nueva cultura, en un nuevo territorio, en un nuevo tipo de relaciones afecta necesariamente la emocionalidad, en especial cuando aquellos a quienes amamos y lo que es significativo en nuestra historia se ha quedado allí, con nuestro corazón, en ese otro territorio en que veníamos construyendo nuestra existencia y nos hemos visto obligados a tener el cuerpo aquí, en donde todo nos es nuevo.


Esta investigación se basa en la idea de que la ontología del lenguaje ofrece a las personas la posibilidad de inventar y regenerar un sentido en sus vidas, un elemento fundamental para todo aquel que migra y requiere explicar-se en la convivencia a partir del amor.

Lo que importa no es la verdad de nuestras interpretaciones, sino la capacidad de acción para transformarnos a nosotros mismos y al mundo en que vivimos.

Nuestras acciones no sólo revelan cómo somos, sino que también nos permiten transformarnos, trascendernos y construir un ser diferente.

Nos constituimos como personas desde el sistema de relaciones que mantenemos, es decir, somos componentes de un sistema social más amplio: el lenguaje.

La comunicación descansa, principalmente, no en el hablar, sino en el escuchar; escuchar valida el hablar, dirige todo el proceso de la comunicación, esta no depende tanto de lo que se entrega como de lo que pasa con el que recibe, decimos lo que decimos y los demás escuchan lo que escuchan; decir y escuchar son fenómenos diferentes.

Lo que guía la conducta humana son las emociones o confianzas básicas.

Las emociones son clases de conductas relacionales; cuando se coordinan las emociones se coordinan las conductas relacionales. Son los motores de la acción humana.

La convivencia y la integración de los inmigrantes al igual que su explicación se constituyen en el lenguaje y en las emociones.

martes, 2 de agosto de 2011

CADA UNO CREE CONVENIENTE ESTAR DE SU PROPIO LADO SIN DARSE CUENTA QUE ESTAMOS EN LA MISMA ORILLA

Por Manuel Velandia
España, agosto de 2011


En los días antes de partir de Colombia soñaba en situaciones en las que veía que mi vida se transformaba de tal forma que ni yo mismo me reconocía. Pensar en estar lejos de una organización LGBT, no poder participar en los debates en el Senado por alcanzar nuestros derechos civiles como parejas del mismo sexo o en la construcción de la política pública LGTB para Bogotá lo entendía como un triunfo para las paramilitares, pero la distancia no ha sido una excusa para dejar de participar en la vida política colombiana o de conmoverme con la situación de los secuestrados.

No quiero perder mis raíces y muchos menos dejar de sentir como propias las violencias hacia aquellos con quienes comparto ideas, emociones y experiencias. Confío que con muchos de ellos, algún día  podremos encontrarnos nuevamente, no porque ellos se vean obligados a salir del país, sino porque nuestros conciudadanos y gobernantes lograran entender que hay maneras no violentas de construir la paz.

Estoy lejos de mi familia y de muchos otros seres que amo. Existen dificultades comunicativas, es verdad, no solo por la tecnología, sino además porque los seres humanos somos algo complicados y solemos creer que siempre tenemos la verdad, pero también he ratificado que no siempre hay que llenarse de palabras para decir que amamos o necesitar de la cercanía para gozar un abrazo, así que los afectos también pueden ser a la distancia. Aquí he encontrado nuevos afectos, reforzado algunos de los que ya tenía desde Colombia, reencontrado con viejos amigos en Europa, aprendido sobre diferentes niveles del amor y comprobado quiénes son realmente los y las que me aman. Tengo muy buenos y nuevos amigos españoles, tengo una pareja que me hace feliz y su familia me acepta y respeta.

No puedo quejarme. Creo que cada cual se construye su propio mundo y que a pesar de lo adverso de las circunstancias logré salir a flote, aprender a nadar y alcanzar la otra orilla. Por supuesto no tengo la vida cómoda que tenía en Colombia, pero un aprendizaje grande ha sido asumir que se puede ser feliz viviendo con lo esencial; por supuesto que todos queremos cada vez más comodidades, pero el consumismo no es la mejor alternativa cuando los espacios son pequeños y la vida nos resulta bastante más costosa. Le he encontrado más gusto a los pequeños detalles.

Me ha sido difícil entender que hablo un castellano diferente, que incluso las palabras tienen significados y usos distintos, me disfruto la lectura de la prensa y en especial de las revistas Gay que son bastantes y algunas muy buenas; no pierdo la oportunidad para leer en la red los periódicos y revistas colombianas, pero nunca veo las transmisiones en directo de nuestros canales nacionales, me encanta la televisión española, la oficial, que no por serlo es menos critica.

Participo de la vida política, social, cultural y militante de este país; he estudiado lo que he querido y he sido sobresaliente en ello; he obtenido nuevos y profundos conocimientos, he reforzado algunos ya existentes, he podido enseñar sobre lo mío y me han creído; participo activamente de una asociación no gubernamental y de una federación a nivel nacional, he participado de otras redes nacionales en diversos temas que son de mi interés, he asistido a foros locales, nacionales e internacionales, me he integrado a la sociedad pero no por ello considero que integrarse sea fácil porque hacerlo es difícil aquí, allá, acullá, en cualquier lugar del mundo debido a nuestra propia diversidad cultural.

Qué hacemos nosotros por la diversidad cultural

La diversidad cultural debe ser un tema que nos movilice a quienes desde nuestras propias explicaciones, vivencias y emociones comprendemos que la convivencia intercultural solo es posible con el reconocimiento pleno del otro como un auténtico otro, y el otro como ser cultural solo puede ser reconocido si se reconoce el valor de su cultura.

El re-conocimiento se fundamenta en la apertura a la diferencia que es sustento de la diversidad. El yo se construye por oposición a los  monstruos, en esas construcciones se sustenta la exclusión social y cultural. No creo mucho en las perspectivas  multiculturales porque en la realidad las fronteras culturales no son difusas. Nadie estará nunca en la otra orilla, porque si sigues caminando por ella descubrirás algún día que la otra orilla es realmente la misma tuya.

Ese otro que parece tan lejano y distinto tiene mucho de común conmigo/contigo y es precisamente esa “comun-únidad” de vidas, vivencias, experiencias, explicaciones y emociones lo que nos permitirá fluir  hacia el otro y diluir las barreras que solemos poner y ponernos para no construir el territorio en el que todos seamos posibles.

La sociedad está conformada por los seres humanos, estos somos únicos irrepetibles, transcendentes, dinámicos, históricos y al mismo tiempo futuro. La cultura es creada por los seres humanos y la vez ésta les moldea a ellos, por tanto no es estática, inamovible sino interrelacional, interafectante e interdependiente.
Si todos somos cultura, es decir sujetos culturales es evidente que como tales nuestras relaciones igualmente son dinámicas, fundamentadas en nuestra historia, en nuestra perspectiva de futuro, en nuestra unicidad y por tanto en la otredad como reconocimiento del otro como un auténtico otro y en la conciencia de mí mismo (mismidad), como también en la conciencia de la alteridad y de la liminaridad.

La Mismidad

Además del reconocimiento de la identidad particular, es el reconocimiento de la unicidad; de que soy un(-a) ser únic* y que por tanto no existe nadie igual a mí: Soy irrepetible y mi proceso de desarrollo será necesario y eminentemente particular. El desarrollo implica un grado de evolución del Ser. Cada nivel de energía o de desarrollo a su vez posibilita un paso posterior (evolución). La tendencia evolutiva parece demostrar que la mayoría de los seres busca permanentemente niveles cada vez más elevados de energía (anatropía); sin embargo, algunos seres asumen procesos entrópicos, es decir, involutivos.

El proceso evolutivo de desarrollo implica alcanzar permanentemente niveles superiores; es decir, hombres y mujeres somos trascendentes. Así mismo, todo nuestro desarrollo evolutivo, consciente o no, hace parte de nuestra existencia (somos históric*s) y ésta, a su vez, se encuentra determinada por nuestra condición de género y su representación en el proceso de intercambio social.

En resumen, toda mujer o todo hombre consciente de su mismidad, se fundamenta en su identidad particular, por tanto en su unicidad y en que es irrepetible, evolutiv*, trascendente e históric*. Cada un* de nosotr*s es Ser plen* en sí mism*.

La Otreidad u otredad

 L*s seres no estamos sol*s en el planeta, permanentemente estamos relacionándonos con otros seres, quienes a su vez también se reconocen en su mismidad. Entendemos a l*s otr*s como diferentes (otreidades); sin embargo, no siempre logramos asumirlos en su verdadera esencia, generalmente much*s de éll*s nos son indiferentes; incluso, parecen no tener sentido en nuestra existencia. Somos intolerantes porque al no reconocerl*s no estamos reconociendo nuestros propios límites.

Mientras el/la otr*, siga siendo "otr*", no es posible un vínculo, ya que éste implica reconocimiento, convirtiendo al "Otro" en "Tú".  Cotidiana y generalmente el trato de "Tú" a una persona connota un interés, un acercamiento, posibilitarnos ir hacia él/la, permitirle llegar hacia nosotr*s.

La Liminaridad

Es*s "Otr*s" y esos "Tú" son distintos a "Mí". Reconocerl*s en su mismidad, implica a su vez asumirlos como una unidad plena y con las mismas condiciones en las que me reconozco. Al marcar la diferencia con aquell*s "otr*s" y esos "Tú" estoy reconociendo que existe un límite. El ejercicio de ser permanentemente consciente de los límites de la inter-subjetividad en las relaciones ("Yo" - "Tú")  se ha denominado liminaridad.

La Alteridad

Asumirse en un permanente juego de intercambio social en el que nuestro quehacer y cotidianidad afecta al "Tú" del otro y de la otra, y que su actuar permanentemente me afecta a "Mí", únicamente es posible desde el reconocimiento de mis propios límites: Liminaridad. Esta exploración de mi posibilidad de afectar desde mi "Yo" al "Tú" y de sentirme afectado desde su "Tú" se denomina alteridad. Dicha alteración es posible de ser analizada desde dos diferentes niveles de manifestación.

El primer nivel hace referencia a la oposición entre los mismos seres y entre éstos y las cosas, por el mismo hecho de existir. El segundo está determinado por las cualidades particulares de es*s "otr*s" y esos "Tú"; es decir, por las relaciones planteadas desde la diversidad. Dicha diversidad nos plantea el relacionamiento desde nuestras mismidades y la posibilidad de la hostilidad, la oposición, el conflicto, la tolerancia, el respeto e incluso, nuestra propia vulnerabilidad y la de aquell*s con quienes socializamos o nos negamos a hacerlo.
El proceso de heterovaloración implica pues la valoración de la diversidad, el reconocimiento pleno y total de es*s "Otr*s" transformándolos en nuestros propios "Tú".

Sé que aun cuando parezca que estamos en la otra orilla, en verdad estamos del mismo lado, porque no logramos darnos cuenta que todos estamos frente a un mismo lago. He asimilado que el acuerdo es posible, especialmente cuando logro darme cuenta que en el fondo de toda disidencia también hay algunos elementos en común. No siempre es fácil, no siempre es posible, pero es maravilloso darse cuenta que a pesar de tanta diferencia e incluso de tanta indiferencia la convivencia solidaria y democrática puede ser una realidad.

martes, 21 de junio de 2011

Refugiado y feliz

Se cumplen 50 años de celebrar el 20 de junio como día mundial del refugiado, la población de Colombia es la cifra de refugiados en el mundo, yo soy uno de ellos y a pesar de todos los cambios, soy feliz.
En el año del 50º aniversario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Asamblea General de la ONU, con la resolución 55/76  de 2001, estableció el 20 de junio como Día Mundial del Refugiado.

El número de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados en el mundo llegó a 43.7 millones de personas en 2010, la cifra más alta en 15 años, reveló un estudio del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Un informe de la ACNUR revela que 80% de los desplazados han sido acogidos en países en desarrollo.  Del total de refugiados hay 27.5 millones de desplazados internos por conflictos armados. En Colombia son casi cinco millones de desplazados según cifras oficiales y reconocidas por ACNUR. 280.000 nuevos desplazados solamente en 2010.

Se denomina refugiado a la persona que debe abandonar a la fuerza su hogar porque la persiguen --así sea individual o colectivamente-- debido a problemas políticos, religiosos, militares o de cualquier índole. A pesar de que la definición de refugiado varía de acuerdo con la época y el lugar, la creciente preocupación internacional por la difícil situación de los refugiados ha generado un consenso general. La Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados  (la Convención de los Refugiados), define a un refugiado como la persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o no quiere acogerse a la protección de tal país o no quiere regresar a él a causa de dichos temores..."

La definición, que es empleada por las Naciones Unidas, se sigue empleando mal, a menudo confunden a los refugiados con las personas que emigran por razones económicas.

Los desplazados internos, o simplemente desplazados, son personas obligadas a dejar sus hogares por alguna crisis, por ejemplo conflicto interno, como es el caso de los colombianos. Pero a diferencia de los refugiados, permanecen dentro de las fronteras de su país de origen.

La invitación a "ponerse en los zapatos de un refugiado " es un llamado a desafiar la intolerancia y la indiferencia hacia personas que para salvar su vida lo han perdido todo, menos que la determinación de volver a empezar.

Qué fue lo más difícil de llegar a un nuevo país
Sentirme lejos de amigos, de mi pareja y de mi familia. Hablar el mismo idioma pero otra lengua; el castellano que aquí se habla en la cotidianidad es bastante diferente e incluso algunos términos se usan con acepciones opuestas.

La discontinuidad en mis metas, tener que cambiarlas por la presión de las nuevas circunstancias me ha obligado a vivir con menos y disfrutar más, a dedicarme al estudio y cambiar mis prioridades:

No tener una memoria histórica que me uniera a la realidad sociopolítica y cultural española, no entender los intríngulis de la política, de los nacionalismos, de las lenguas minoritarias, te aleja del dialogo cotidiano.
Tener que construir nuevas relaciones y establecer nuevos vínculos es una de las situaciones que más te enriquecen, te das cuenta que no eres tan distinto y que es mucho más lo que tenemos de común que de diferencia.

Conocer una nueva cultura, sentirme extraño e ignorante en situaciones elementales de la vida cotidiana, desconocer ritos, costumbres, tradiciones te hace recuperar la propia cultura, querer compartirla, aprender de los autóctonos, crecer juntos.

Tener que homologar el título de la licenciatura para alcanzar el reconocimiento profesional, pues de lo contrario no puedes demostrar que has estudiado, se vuelve una prioridad que te quita mucho tiempo y te desgasta, pero que no se te homologue la experiencia laboral es aún más preocupante y también te obliga a construir aquí nuevas experiencias. Me he dedicado a estudiar, he terminado un doctorado en enfermería y cultura de los cuidados; estoy en las tesis de otro doctorado, esta vez en psicopedagogía, y de un máster en Gestión de las Políticas Migratorias e Interculturalidad.

No poder participar  desenvueltamente en política ni movimiento LGTB me hizo sentir lejos de la realidad, eso me obligó a hacerme voluntario, pero rápidamente obtuve un recogimiento que me llevó a coordinar una asociación LGTB.

Los ahorros traídos de Colombia se desvanecen muy rápido, tres veces más rápido. Pero a pesar de todos los cambios soy feliz, es maravillosos salir a la calle y no tener que pensar en cambiar cada día la ruta, la hora, poder salir con tus amigos, ir a lo que te gusta, poder expresar tus ideas y hacer lo que te llena de alegría. Por supuesto te faltan los amigos de siempre, los mimos de tus amigos y familia, la complicidad cotidiana, pero gracias a la Internet los espacios se hacen cada vez más pequeños y las palabras llegan en segundos.

CEAR Comision Española de Ayuda al Refugiado  y la Cruz roja española acompañaron mi caso de asilo en España , en Colombia lo hicieron el Programa No Gubernamental de Protección a Defensores y Líderes Sociales en Colombia cuyos voceros fueron José Luís Campo Rodicio, Gloria Inés Flórez Scheneider, Ludivia Giraldo y Javier Peña recomendaron mi salida inmediata del país, avalaron mi decisión de solicitar asilo político y me apoyaron económicamente para mi sostenimiento en los tres primeros meses de vida en España.


Día Mundial del Refugiado


Les comparto el especial con motivo de la celebración del Día Mundial del Refugiado. Gracias a los que participaron. El medio/organización interesado puede usarlo, dándole el crédito a: conexioncolombia.com


En este link podrá ver todos los testimonios
http://www.conexioncolombia.com/colombianos-en-el-exterior-lo-mas-dificil-de-empezar-desde-cero.html


viernes, 10 de junio de 2011

¿ES POSIBLE LA INTEGRACIÓN EXITOSA DE LOS MIGRANTES?

Por Velandia Mora, Manuel Antonio
España, 10/06/2011
Stany Grudzielski (1990) hizo notar que originariamente en las ciencias sociales el término integración se entendía como un atributo de la sociedad, y no se utilizaba en el sentido, más generalizado ahora, es aplicarlo a los inmigrantes, como un atributo de los individuos.

Considera ( Blanco Fernández de Valderrama, 2002) que “La creciente afluencia y asentamiento de inmigrantes extranjeros en España, y el eco que el fenómeno encuentra en los medios de comunicación social, ha generado entre nosotros la sensación de asistir a un fenómeno novedoso, importante y, por añadidura, problemático. De constituir en los años 80 un fenómeno social, ha pasado a convertirse en uno de nuestros principales “problemas” sociales. El lapso de tiempo ha sido corto y las implicaciones grandes, de modo que apenas hemos tenido tiempo suficiente para asimilar el propio fenómeno, analizarlo, debatirlo, prepararnos y preparar para una convivencia diferente a la que los españoles estábamos acostumbrados desde hace décadas. El resultado es un panorama confuso, en el que conceptos y procesos se suman, se intercambian, se presuponen... unido a la creciente sensación de necesidad de intervención política y social. Al final, el día a día vuelve a desbordar el estudio, la previsión y la planificación.”

Blanco (2002) igualmente analiza el uso académico y político que se ha dado al término integración: “En los años 80, en España, el término que más acaparó la atención de los analistas del fenómeno migratorio de aquel momento y que generó alguna polémica en el ámbito de las ciencias sociales, era el de integración (…) Parece que la controversia académica en torno al concepto ‘integración’, como cercano o sinónimo al de asimilación, o ha sido superada en el ámbito de la administración, o realmente nunca ha llegado hasta él. Más bien pensamos que lo ocurrido es esto último. Y ello como consecuencia de una desconexión, cuando no desencuentro abierto, entre el ámbito científico y académico, por un lado, y el de la política y administración pública, por otro. Y este es el núcleo de nuestra preocupación".

Con posterioridad a la anterior idea cada vez es mayor el conceso de que en España se busca la integración intercultural. Sin embargo como dice  (Mora, 2010): Podría afirmarse que el compromiso político con la interculturalidad es, en muchos territorios del Estado, un recurso fácil y de cara amable que no implica necesariamente la asunción de esa concepción de la integración bidireccional que necesita del reconocimiento del “otro” y de la creación de espacios de encuentro, negociación y articulación de estrategias compartidas por personas culturalmente diversas.

Carlos Giménez entiende por integración “la generación de cohesión social y convivencia intercultural, mediante procesos de adaptación mutua entre dos sujetos jurídica y culturalmente diferenciados, mediante los cuales a) las personas de origen extranjero se incorporan en igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades a la población autóctona, sin por ello perder su identidad y culturas propias; b) la sociedad y el Estado receptor introducen paulatinamente aquellos cambios normativos, organizativos, presupuestarios y de mentalidad que se hagan necesarios"  (Giménez , Sin fecha).

Tal vez el problema que más dificulta la integración es que no se reconoce como bien lo consideran  (Fernando, y otros, 2010): la contribución que ha realizado la inmigración a la evolución demográfica de las zonas rurales que en términos absolutos han perdido población entre 1991 y 2008 ha frenado significativamente la pérdida de población, consiguiendo que su crecimiento demográfico fuera positivo desde el año 2000, de tal manera que el futuro demográfico de las zonas rurales más despobladas depende crucialmente de la inmigración.

Estos mismos autores opinan que, con relación a la integración, “el posible éxito de las medidas que se propongan dependerá de su diseño institucional, de la capacidad de adoptar un enfoque comprensivo en el que se cuide la coordinación de las diferentes áreas de gobierno y niveles administrativos, y se involucre a todos los agentes afectados”.
Para (Fernando, y otros, 2010): ello que depende, fundamentalmente, del bienestar en el nuevo territorio. Algo subjetivo que resulta de la predisposición de los inmigrantes pero también de la acogida en el territorio de llegada y de su potencial de desarrollo. De la experiencia de estos programas puede concluirse que su eficacia está ligada a que sean gestionados por una agencia, es decir, una organización autónoma de los poderes políticos afectados e inspirada por criterios profesionales. Eso permite una resolución más eficiente de los posibles conflictos, generar economías de escala en la prestación de servicios y transferir las experiencias exitosas de una manera más ágil entre los diferentes espacios en que actúa.

Sin embargo lo que puede considerarse integración exitosa desde la población de acogida es muy diferente a lo que se considera desde la población a acoger, lo que opinan los políticos, lo que dicen las políticas y lo que hacen para lograrla los agentes del estado, las organizaciones de la sociedad civil y otros representantes de la comunidad de autóctonos.
La gran dificultad  para lograr la integración exitosa radica no solo en conocer lo que piensan los diferentes sujetos en interacción (el discurso mul-tiversal), sino además en el hecho de que las políticas no han tenido en cuenta a las bases (nivel de ejecución) en la “pirámide de poder” (ver la Ilustración Nº1) sino tan solo a algunos intermediarios (nivel de coordinación  conformado por “representantes” de las asociaciones civiles y a algunos técnicos) y especialmente al nivel de asesoría. Así estos sujetos, de alguna manera, conozcan los problemas reales de los inmigrantes.
Ilustración Nº1 Niveles de Actuación. Relaciones verticales.
Ilustración Manuel Antonio Velandia M.

Al no conocer realmente la idea que sobre la integración tiene la población de acogida sino pequeñas aproximaciones a sus imaginarios no fundamentadas en estudios al respecto, como tampoco lo que los inmigrantes concibes es imposible construir relaciones verdaderamente bidireccionales, que tal vez son las únicas con las que se pudiera llegar a tener una integración exitosa.

Cabe destacar que la integración es un proceso continuo y que ello implica una dinámica permanente de integración, puesto que no solo se renuevan autóctonos e inmigrantes, sino que además sus propios uni-versos varían en el tiempo y de acuerdo a la situación política, económica y social del momento, situación que además es eminentemente cultural y única en cada sujeto que pretende integrarse.

Conseguimos “in time” que todos los actores que juegan algún papel en la integración participen activamente en ella requiere de una gran estrategia se sensibilización y modificación de conductas, empezando por aquellos mínimos como bien pudrieran se lo que algunos llaman las “reglas de oro” de la convivencia y la construcción de las relaciones.
Como colofón habría que agregar que al ser de doble línea la integración, es decir bidireccional mientras los autóctonos sigan considerando que quien debe integrarse es el migrante, la integración nunca será posible.


Bibliografía
Blanco Fernández de Valderrama Cristina Los inmigrantes y su integración. Apuntes en torno a una creciente nebulosa de conceptos, modelos y políticas. Ponencia. [Conferencia] // III Congreso sobre la Inmigración en España. - Granada : [s.n.], 2002.
Fernando Collantes [y otros] [En línea] // Real Instituto Elcano, Área: Demografía y Población. - El impacto demográfico de la inmigración en la España rural despoblada, 21 de 09 de 2010. - PDF. - 10 de mayo de 2011. - www.realinstitutoelcano.org.
Giménez Carlos Otros conceptos de Interés [En línea] // http://solidaridad.universia.es/aula/otrosconceptos_dos.htm. - Universia España, Sin fecha. - 10 de mayo de 2011.
Grudzleski Stany Les politiques d’intégration des Etats européens. Exposé pésenté au seminaire sur “les immigrés et les réfugiés à l’aube de 1993 [Libro]. - [s.l.] : Gap, 1993.
Mora Albert “El impacto de la inmigración en la transformación de la sociedad [Sección de libro] // Spanien aus interkultureller Perspective (España desde una Perspectiva Intercultural). / aut. libro A. Rupp A. Zelnno, M. Dalipi. - Berlin : LIT Verlag, 2010.

viernes, 27 de mayo de 2011

En ese lugar donde habitan las emociones

Revista Migrante Edición No. 12
Enero de 2010
Manuel Antonio Velandia Mora

¡Cómo pasa el tiempo! nos decimos cada vez que se inicia un nuevo año, pero también me lo digo ahora que se cumplen tres años de haber llegado a España. El exilio me ha permitido verme a mí mismo, al país, a los amigos, revisar mis prioridades y los sentidos de mi vida. Creo que aquellos paramilitares que me amenazaban de muerte, que atentaron contra mi vida, nunca se han dado cuenta que me hicieron un favor. No quiero decir que esté de acuerdo con los crímenes de odio, por supuesto que nunca lo haría, sino porque al amenazar mi vida me permitieron dar un mayor sentido a mi existencia y a aquellas cosas, situaciones, actividades y amores que verdaderamente me son importantes.
Siempre fui claro en que lo mejor que me podría pasar era trabajar en aquello que realmente me gusta y gracias a la vida lo sigo logrando. No puedo viajar por el mundo como lo hacia antes pues no puedo salir de España por la situación propia del proceso de asilo, pero coordinar una ONG LGTB y participar de la vida social, cultural y político-sexual española, le ha dado nuevos sentidos a mi existencia.
Claro que esa misma vida en Colombia algunas veces se hace demasiado lejana y otras tantas tan cotidiana, que incluso, algunas personas no muy cercanas ni siquiera se han dado cuenta que escribo desde fuera de Colombia; de todas formas, lo importante es seguir vivo, y cuando digo vivo quiero decir pensando, sintiendo, actuando, expresando mis ideas sobre aquellos temas que me interesan y motivan, ya no con el mismo ímpetu de antes porque ahora soy algo más reflexivo, sino también más contundente en mis opiniones y mucho más directo en mis críticas.
Esa presencia en los espacios y debates que temía perder con el exilio, la he logrado en foros internacionales en los que se han presentado mis ponencias aun cuando no niego que sea muy extraña la posibilidad de hacerme presente virtualmente por medio de la Web; también se han publicado mis artículos en medios a los que antes no tenía acceso e inclusive me han dado un premio de periodismo en salud, en un concurso al que me inscribí, mas por sugerencia e interés de un nuevo amigo que por mi propio interés, ya que me cuesta considerarme periodista.
Soy un estudiante empedernido. Poder dedicarme a estudiar y hacer de este oficio mi labor principal es una maravilla; por supuesto hacer dos doctorados simultáneamente y homologar la sociología cursando algunas asignaturas me ha obligado a encontrarme de frente con los pensadores europeos y con una visión del mundo que me lleva a darme cuenta de la riqueza latinoamericana como también de lo importante que es abrirse a nuevas explicaciones, experiencias y emociones. Son además otras formas de hablar, escribir y argumentar, las que se usan en España; otras maneras de vivir la lengua y con ella comunicar la cotidianidad.
El castellano, la lengua que se supone nos une a los hispanoparlantes y que es el espacio común para establecer la convivencia, se convierte cada día en una posibilidad para recordarte y recordar que sigues siendo un inmigrante, un extraño a la cultura y por ende, a las formas de construir las relaciones y vivir los afectos; porque hasta el lenguaje del amor, ah y de la sexualidad son tan diferentes, que cuando te dejas llevar por las emociones descubres que no estás siendo comprendido y que incluso, has dicho lo que no has querido y terminas sintiendo lo que no querías sentir.
El cuerpo, la caricia y la genitalidad no son universales, no es verdad que haya un idioma universal –el del amor o el del sexo- y que para comunicarte tan sólo sea suficiente callar. Tal vez lo sea para aquellos que no acostumbran acariciar con la palabra, pero cuando hacer el amor o simplemente follar (como dicen los españoles), es parte de la conversación te das cuenta que necesitas de las palabras que la otra persona  desea oír, y no precisamente de aquellas que tu estas acostumbrado a comunicar.
La comida es otra barrera cultural. Los sabores, las sazones, los ingredientes, la preparación no son los mismos; son tan locales y culturales que día a día te faltan las comidas caseras, las bebidas y aderezos propios de tu historia. Es tan agradable saborear una de tus frutas que cuando logras conseguirlas, así sea en zumo, con preservativos y colorantes las haces rendir para darte el gusto de sentirte allí, aun cuando no puedas olvidar que estás aquí.
El vestido es otro elemento extraño en la vivencia cultural que tenemos en la relación del cuerpo con nuestro entorno. Cuando no tenemos grandes cambios en el clima, bueno no más allá de los grandes cambios fruto del cambio climático, nuestro ser no se acostumbra fácilmente a las estaciones; tan pronto medio logramos acomodarnos, todo cambia. Cambia el color del cielo, la luz del entorno, la vegetación, la humedad, la temperatura, pero especialmente cambian la forma de vestir, los colores, las texturas y los materiales. Nuestros alegres colores tropicales nos delatan, porque a nosotros nos abruma la monocromía y nos ponen cabizbajos los colores oscuros y es especial vestir en la nada rica gama de los negros. Para nosotros el color no responde a la moda sino al estilo de vida, a la cotidianidad que se teje con fibras naturales y materiales ricos al tacto.
Es otra vida junto a otras personas, pero no por ello una vida menos rica o menos alegre. Son otras alegrías eso sí, pero también alegrías conocidas que se acrecientan cuando puedes tomar un sorbete de guanábana, embadurnarte con el almíbar del mango y transportarte en unos pocos segundos a muchos kilómetros de distancia  con solo evocar el almizcle de la pomarrosa o el sabor de la guayaba. Nada como un ajiaco, así sea con papas criollas  semi-cocidas y empacadas en embase de vidrio, o como el pan de bono recién hecho luego de media hora de añoranza y recorrido a la tienda del colombiano del amazonas que se dedica a la comida internacional.
Son tres años esperando que el asilo se haga realidad, tres años en que no puedo gozar de los abrazos de todos mis familiares y amigos, tres años construyendo nuevos horizontes, pero también tres años en que me alegra sentirme más vivo que nunca y en especial, más consecuente con migo mismo. Es verdad que aquí no hay amenazas de muerte, que puedo salir a cualquier lugar sin pensar en si puedo salir huyendo o si hay dónde esconderme, pero a pesar de tanta paz espero que pronto sea el día en que la situación política cambie y pueda regresar para seguir construyendo esos mundos de libertad en los que mi grano de arena ayuda a trazar el camino para aquellos y aquellas que vienen detrás nuestro.

Nota: A Velandia le fue otorgado el Asilo político y por orientación sexual en abril de 2010.

Del vacío a la incongruencia: políticas de migración en Colombia



Revista Migrante Edición No. 7Marzo - Abril 2009
Manuel Velandia Mora1-2
 
En la presentación del Foro internacional: “La migración en Colombia: un reto para el siglo XXI”, celebrado en Bogotá en julio de 2007, se afirmó que el fenómeno de las migraciones puede ser estudiado desde diferentes puntos de vista: por un lado, puede entenderse como el libre movimiento de personas, bienes y capital, en sociedades concebidas como estructuras abiertas, en que las personas tienen el derecho de tomar distintas decisiones con la legitimidad de construir sus propios proyectos de vida. Por el otro, como un acto casi forzoso, derivado en gran parte de la falta de oportunidades y la urgencia de satisfacer necesidades básicas como la salud, la educación, el trabajo y la seguridad, muchas veces proveídos ineficientemente por parte del Estado.
Es precisamente desde esta segunda perspectiva en la que escribe el presente artículo, en el que se reflexiona sobre los intentos colombianos por construir una política de migración. Los ejemplos que se utilizan se relacionan con la situación española y/o con la Unión Europea, pero debe comprenderse que en las últimas décadas tanto la migración a otros países, como la migración interna tienen raíces comunes en Colombia.

La migración ha sido un fenómeno universal y permanente. Con excepción de la inmigración española y la introducción de negros africanos durante los siglos XVI a XVIII, el territorio colombiano no ha sido receptor de grandes corrientes migratorias procedentes de Europa o de otros continentes.3   En septiembre de 2007, se conocía que 3,3 millones de colombianos vivían en el exterior, de los cuales el 51,4% son mujeres.

Uno de los países que más población colombiana recibe es España, razón por la cual el tema migratorio ocupa la atención de las agendas públicas de ambos países. Tal vez el fenómeno más importante de las migraciones internas después de la llamada colonización antioqueña de finales del siglo XIX, la de quienes buscaban mejores condiciones de vida a comienzos del siglo XX y la de los emigrados de la “violencia colombiana” de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, lo constituye, en los últimos años, el éxodo de “un país que huye” de los ejércitos en conflicto4.

Los principales grupos señalados como promotores del desplazamiento forzado interno en Colombia, son los “esmeralderos, grupos de autodefensa, guerrilla, milicias populares, narcotráfico, organismos del Estado (DAS, Policía, Fuerzas Militares) paramilitares y terratenientes” 5 El desplazamiento forzado interno es una de las manifestaciones de esta crisis, quizá la de mayor gravedad, no sólo por la magnitud que reviste (cerca de 2 millones de personas en 15 años) sino por el tipo de rupturas sociales, políticas y culturales que genera; por los interrogantes profundos que plantea sobre el sentido histórico y futuro de la nación colombiana y por la tendencia a la fragmentación social que conlleva6.

La política migratoria internacional colombiana tiene dos vertientes importantes para su construcción, por un lado la situación nacional, que demuestra un continuo y exponencial crecimiento de la migración, y por otro, la presión surgida por las políticas internacionales, que se endurecen en la medida en que crece la crisis económica mundial y específicamente, la situación de desempleo, y por consiguiente, las condiciones cualitativas y cuantitativas de los migrantes y las condiciones sociales, políticas y culturales que de ello se derivan para las fuerzas migrantes laborales.

Al incrementarse la crisis se disminuye el interés en salir del país tras mejores perspectivas económicas y de trabajo, pero se mantiene la tasa de quienes buscan satisfacer necesidades como la educación y la salud. En el caso de la seguridad, la inmigración en Colombia ha crecido constantemente y de manera exponencial con el actual gobierno.

La situación legal de la migración nacional y trasnacional en Colombia

Colombia ha sido en términos relativos, uno de los países suramericanos que menos promoción le dio al tema de la inmigración, durante la década de los 50, 60 y 70. En la década de los noventa, se inicia con una clara tendencia a la apertura y consolidación de las relaciones internacionales, cambiando la hipótesis del conflicto por el de la cooperación y la integración de países en bloques... La Constitución Política de Colombia, recoge esta tendencia y resalta el espíritu integracionista de la política exterior colombiana, buscando la complementación económica con el fin de optimizar la utilización y movilidad de los factores de producción, de alcanzar escalas productivas eficientes y estimular las inversiones encaminadas a un intensivo aprovechamiento de los mercados y de la capacidad competitiva en las corrientes de intercambio regional y mundial7.

Para comprender qué sucede actualmente en el fenómeno de la migración a otros países debe recordarse que en Colombia se crea por el Decreto 1239 de 2003, la Comisión Nacional Intersectorial de Migración, como un órgano para la coordinación y orientación en la ejecución de la política migratoria del país. Que en los objetivos de la “Política Exterior Colombiana 2006-2010” se contempla la necesidad de diseñar una Política Integral de Migraciones. De tal manera que en el “Plan de Desarrollo 2006- 2010” se afirma que “el fortalecimiento de la política estatal migratoria constituye un elemento determinante como factor de desarrollo, por lo que es necesario potenciar en sus efectos positivos tanto en sus países de origen como en los de destino”, y que en el “Documento Visión Colombia 2019”, Capitulo 6, titulado “Diseñar una Política Exterior acorde a un mundo en transformación”, se ha contemplado como una de sus metas “Reforzar los vínculos con los colombianos en el exterior y favorecer sus aportes al desarrollo de la Nación”.

Política sin diagnóstico

Hacer una política de migración requiere una serie de conocimientos previos, que se deben basar en estudios realizados desde disciplinas como la economía, la politología, la filosofía, la antropología, la etnografía, la sociología, la educación y la historia. La principal falencia diagnóstica para hacer una política es que Colombia no re-conoce con profundidad la gravedad de la causa principal de la migración, de la que se derivan muchas otras; mucho menos conoce sus características y efectos. Colombia se halla en un conflicto interno, una guerra que ha incrementado los niveles de pobreza absoluta, que ha desvirtuado el uso del producto interno bruto y que ha destinado su uso al armamentismo, al pago de un ejército de delatores, y desestimado la función de la educación y de la salud publica.

Desde otro punto de vista, se considera que “La política antinarcóticos basada en la represión de los cultivos ilícitos lleva a nuevas formas de movilidad de estas economías y sus secuelas sociales hacia otros territorios de la región Andina, comprometiendo de paso la reserva ambiental multinacional del Amazonas.8”  Sin el reconocimiento y diagnóstico, no se puede solucionar uno de los grandes problemas de base y mucho menos pensar en alternativas, pues estas se fortalecen con la validación de los planteamientos básicos de los derechos humanos, y el reconocimiento de las diferencias y las diversidades, principios de toda política incluyente, democrática y solidaria.

Frente al desplazamiento forzado en Colombia se han creado políticas que parecería que no viene al caso analizar en este escrito; sin embargo, los mismos argumentos de base que configuran la problemática del desplazamiento internacional son las que originan el desplazamiento interno y sus soluciones, pues en muchos casos los dos tipos de migraciones se imbrican como sucede en los desplazamientos forzados fronterizos.

La política que se traza actualmente en Colombia sobre migración tiene una serie de falencias que pretendo dar a conocer a continuidad.

Política sin objetivos

Una política de migración debe estar perfectamente encaminada a cumplir un objetivo concreto. La lectura de los documentos marco del “Programa Colombia nos une”, arriba citados, demuestra que no hay metas claramente definidas como tampoco un “norte” político claro.

Política sin principios éticos

Hacer una política de migración requiere de unos principios éticos, y sin el reconocimiento de la permanente vulneración de los derechos humanos e incluso de los derechos sexuales, al interior del país, es imposible construir una política interna coherente con la realidad nacional.

Política basada en el sentido común


La más sobresaliente de las falsas creencias que se fundamentan en el “sentido común” se relaciona con el nivel de formación de los migrantes colombianos. Se considera que el nivel educativo de los colombianos sobresale del de los demás inmigrantes latinoamericanos. Es evidente que sobresale no porque sea superior, sino porque los migrantes de otros países, especialmente del Área Andina, tienden a tener niveles educativos formales de formación más bajos. Sin embargo, este plus no determina que tengan acceso a trabajos de mayor rango, en especial porque no hay políticas claras de homologación internacional de títulos universitarios. A lo anterior debe sumarse que el desconocimiento de otras lenguas es una barrera infranqueable para muchos de los migrantes.

Otra falsa creencia tiene que ver con la “facilidad para integrar productivamente a la mano de obra” por medio de convenio de flujos de trabajadores migrantes, cabe destacar que, por ejemplo, la migración hacia España está relacionada con la agricultura (trabajo estacional) y la construcción, dos actividades actualmente en crisis, con efectos negativos especialmente para los migrantes. Estos, cuando luego de concluir su contrato, deciden quedarse entran en procesos de ilegalidad, por cuanto su traslado obedece a permisos temporales, situación que los conduce a trabajos a destajo, con baja remuneración.

Una última falsa creencia, entre las muchas que quedan por analizar, sería la del flujo de capitales y su incidencia en la economía nacional. Aun cuando es verdad que las remesas se venían incrementando, eso tan sólo es verdad para épocas pasadas, actualmente las personas cada vez menos pueden aportar capital a sus familias en Colombia y cuando lo hacen a pesar de la situación real económica y laboral en la que viven en los países a los que han migrado, se ven obligados a desarrollar trabajos de bajo nivel y de reconocimiento social y económico, actividades que muchas veces consideran denigrantes, y que realmente los son, porque en algunos casos deben recurrir a la prostitución y/o actividades ilegales, que afectan además su situación emocional, autoestima, auto y heterovaloración, y de paso terminan minando las relaciones familiares.

La situación del empleo

Veamos un caso sobre la situación de empleo. Los servicios públicos de empleo españoles alcanzaron a finales de marzo de 2009 la barrera de los 3,6 millones de personas sin trabajo. A finales de 2008, con relación a inmigrantes, en el sector de la construcción se registraron 70.701 desocupados (el 13,60%), en el Sector de servicios, 46.471 (2,69%) y en el Sector de la industria 27.725 (7,45%). El aumento del desempleo ha obligado a los nacionales españoles a aceptar empleos en los que realizan tareas que tradicionalmente no querían realizar y que eran dadas a los inmigrantes, como son los casos del campo y la construcción. Este ultimo uno de los sectores mas afectados por la actual crisis económica española provocando que un gran volumen de extranjeros se encuentre en paro (40% de nuevos parados). La Secretaria General de Empleo en España, Maravillas Rojo, afirmó que “el año 2009 será muy difícil, en la medida en que seguirá creciendo el desempleo, como consecuencia de la caída de la actividad productiva y del consumo". En lo que va corrido del año 2009 esta predicción se ha cumplido, superando los índices proyectados.

Interrelación, interafectación e interdependencia

Analizando sistemicamente la situación de la migración, puede decirse que el incremento en el número de inmigrantes es tan solo la emergencia, es decir el resultado de la interrelación, interafectación e interdependencia de una gran cantidad de situaciones que es necesario tener en cuenta, no solo a nivel interno, sino también a nivel internacional, especialmente en aquellos países a donde suelen desplazarse en mayor volumen, los colombianos.

Un aspecto determinante es la imposibilidad que tienen los países de cubrir la mano de obra necesaria, pues ello los hace atractivos para los migrantes como fuente de empleo. Mientras que la fecundidad continúe en descenso y la esperanza de vida en aumento, Europa se encontrará en primera línea del proceso de envejecimiento de la población a nivel mundial. Durante los últimos decenios, las tasas de fecundidad en Europa han descendido hasta una media de 1,4 hijos por mujer en edad de procrear. La población de 60 años o más representa hoy el 20 % de la población en Europa y, de aquí al año 2050, esta cifra llegará probablemente a alcanzar el 33%9.  En la medida que la población envejece se requiere de mano de obra y en consecuencia de migrantes que desarrollan aquellas actividades productivas que los mayores no pueden ejecutar.

Aunque las políticas de migración en la Unión Europea son la competencia primordial de los Estados Miembro, la Unión tiene un importante rol que jugar ya que fija el marco general. La UE, por ejemplo, ha sido criticada recientemente por la "Directiva de Retorno", que establece reglas comunes de deportación de inmigrantes irregulares. Además, los países que se encuentran en las fronteras de la Unión, como Italia, quieren compartir sus responsabilidades con otros Estados Miembro. Allí existe además la necesidad de encontrar una solución común, dice Kacim Kellal del Ministerio francés de Migración e Identidad Nacional10.  La Unión Europea debería reconocer la importancia de la migración ya que los trabajadores migrantes ayudan a mejorar su funcionamiento y cada vez mas tendrá que reconocer tener necesidad de ellos11.

Las condiciones económicas que pueden tener los migrantes, determinan el bienestar y calidad de vida que estos pueden obtener, pero también las que esperan para sus familiares que permanecen en Colombia. La situación de la economía mundial ha cambiado las perspectivas para los inmigrantes y han planteado la contradicción entre las necesidades reales y la posibilidad de que inmigrantes europeos, provenientes de países que hace algunos años ingresaban como ilegales, puedan entrar actualmente de manera legal cambia las perspectivas para los latinoamericanos, en especial cuando se han creado recientemente políticas que favorecen la repatriación de inmigrantes.

En la zona del euro, los salarios y sueldos aumentaron en un 3,7% en el año hasta el primer trimestre de 2008. El Consejo de Ministros de España aprobó un importe del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2009, que se ha fijado finalmente en 624 euros mensuales (1.872.000 pesos), lo que supone un incremento del 4% respecto a la establecida en 2008. En Colombia el salario mínimo para el 2009 quedó en $497.000 pesos, sin embargo, la inflación para los colombianos de estrato bajo fue de 8,99%, según el DANE. Las personas cuando emigran siempre tienen la idea de que obtendrán un trabajo, pero no tienen en cuenta que mientras no tengan un permiso de trabajo tendrán que laborar como ilegales y hacerlo con salario inferior, si a ello suman los cambios que se han generado con la crisis económica comprenderían, que en el momento actual las posibilidades de obtener un trabajo son cada vez menores. Por otra parte, el autor ha observado que las personas viven en condiciones de hacinamiento y con baja calidad de vida, especialmente por los costos de vida, pero especialmente porque prefieren sacrificar su bienestar en beneficio de la calidad de vida familiar, ya que son concientes de que cualquier aporte económico que logren preveer a su familia se multiplica por tres en Colombia.

Otro aspecto preocupante para quienes viven fuera de su país, incluso en países en los que se habla el castellano, es la interculturalidad. En España se hablan lenguas diferentes al español (Valenciano, Catalán, Euskera, Gallego y Aragonés); en las diferentes comunidades esos idiomas son igualmente oficiales, en tal sentido, para ciertos trabajos se requieren mínimos conocimientos de ellos. La falta de su dominio hace menos competitivas a las personas en empleos que las ponen en relación directa con el cliente. Pero la lengua no es siempre lo más determinante en la multiculturalidad, la manera como se vive en el cotidiano, la dieta alimentaria, el sentido del humor y cosas tan sencillas como hablar sobre sí de manera positiva (que se considera prepotencia) se vuelven barreras cotidianas difíciles de sobrepasar, que sin embargo determinan las posibilidades de construir relaciones interpersonales y que terminan siendo la razón por la que muchas personas deciden regresar a su país.

En la mayoría de países europeos el reconocimiento de los saberes se dificulta, mientras no haya habido homologación de títulos, se considera que la persona tiene un nivel escolar primario; la homologación de títulos puede demorar entre uno y dos años y generalmente implica tomar algunos cursos adicionales para alcanzar el titulo español. A ello debe agregarse que es difícil demostrar la experiencia laboral cuando no se ha oficializado un documento con el cual ello pueda comprobarse. Sin embargo también he observado que en aquellas situaciones en las que se desempeña una profesión de la cual hay una necesidad demostrada, por ejemplo profesionales de la medicina, la enfermería y la informática (sistemas), las personas logran ubicarse en mejores condiciones, especialmente si son contratados en el país de origen.

Falencias en la construcción de la política

Mientras en Colombia no se logre en las políticas de migración el reconocimiento de los anteriores aspectos, que son tan solo algunos de los que minan la posibilidad laboral, será imposible que las personas accedan a trabajos que no sean de bajo rango económico.

Tal y como ha sucedido siempre en otras temas, las políticas de migración de los países tercermundistas dependerán de la economía, de la necesidad de mano de obra barata y de las decisiones que sobre el tema se toman en el club de los países ricos.

La discusión de las políticas en Colombia debe alimentarse de lo que sucede en el resto del mundo, pero igualmente debe acompañarse de equipos interdisciplinarios e interinstitucionales de trabajo en los que participen las ONG de inmigrantes y migrantes, de Derechos Humanos, las que se orientan a situaciones derivadas de la migración ilegal, como también las conformadas por víctimas del conflicto armado, de la trata de personas.

Debe investigarse etnográficamente a los migrantes que han regresado por decisión propia y aquellos que fueron obligados a hacerlo; aquellos que optaron por quedarse y se vieron obligados a quedarse de manera ilegal o lo hicieron legalmente; los asilados políticos y por otras formas de violencia, como la sexual, ya que su conocimiento, experiencia y emoción son un aporte fundamental para hacer una política útil a los ciudadanos. Sólo con un estudio exhaustivo de la realidad y con el reconocimiento pleno de los orígenes reales de la migración, por ejemplo de que Colombia está en un conflicto interno, podrá el país aproximarse a la construcción de una política efectiva y congruente con las necesidades reales de los y las colombianos/as.

La participación de la sociedad civil

Velandia (2005) considera que la realización de los derechos, ya sea porque existe el riego de que estos se vulneren o porque ya han sido vulnerados, implica llevar a cabo acciones institucionales y poner en marcha mecanismos de protección que hagan posible la eficacia material de dichos derechos; es decir, su cumplimento efectivo y no sólo respuestas simbólicas que “ofrecen alternativas” que nunca se llevan a la práctica. Lograr acciones institucionales orientadas a la realización de derechos de las personas se hace posible en la medida en que cumplimos un “ciclo de política pública”. Se entiende que la política pública es la resultante del proceso que articula la participación y el diálogo de todos los actores involucrados con respecto al tema que la convoca; éste se considera prioritario por ser un problema entendido como socialmente relevante, luego de un análisis claro y realista sobre lo que existe y lo que al respecto es apropiado, en cuanto a la satisfacción de necesidades de la comunidad directa e indirectamente afectada12.

Velandia considera en el citado texto, que las políticas públicas se diseñan y construyen desde y con las personas, en un territorio determinado y con las posibilidades para de dar una respuesta efectiva a un problema determinado. Dicha respuesta puede o no es ser definitiva, pero posibilita la revisión o el diseño e implantación de acciones conjuntas con otras entidades públicas y privadas que cooperan en la búsqueda de alternativas.

Las condiciones en las que se desarrolla una política pública, según Velandia, deben estar dadas de acuerdo con las necesidades propias y particulares de cada población; es decir, desde un enfoque diferencial y de equidad. Comprendiendo que no es solamente la atención post emergencia –cuando ya se ha emigrado-, sino que parte desde generar las condiciones básicas para la realización de los derechos como fundamento de cualquier tipo de acción afirmativa. El fin del restablecimiento es intentar compensar las inequidades producto de la falla estatal en el deber de protección; en consecuencia, las acciones de este orden abarcan todo el ciclo de la política pública, diseño (que incluye el diagnóstico), desarrollo, implementación, seguimiento y evaluación.

Sin embargo, cuando el estado “investiga” suele relativizarse el diagnóstico a las necesidades del Estado, de ahí la importancia de crear y fortalecer un mecanismo de participación democrático e incluyente con la participación de todos los actores sociales, que le de vida a la política migratoria en todos sus campos, idea propuesta entre otros por la Fundación Esperanza. Los diagnósticos y las propuestas para el diseño deben construir consensos que se validen a través de iniciativas legislativas y del ejecutivo, capaces de dar respuesta al problema de la migración. Ya que “la sociedad civil ha estado ausente de la formulación de los planes y programas en temas migratorios, a pesar de contar con una valiosa experiencia en este sentido… Capitalizar la experiencia de las organizaciones en general y en particular de la sociedad civil permitiría además, contar con el valor agregado de estas organizaciones, por la confianza que pueden significar para los beneficiarios de los servicios, porque en ellas pueden buscar la representación de su voz, y por la acción complementaria y en algunos casos subsidiaria de la acción del Estado13”.

A principios del 2008 se conformó en Colombia la Plataforma Social Migratoria HERMES que agrupa a 17 organizaciones sociales, académicas, religiosas, sindicales, más un núcleo de personas vinculadas al tema migratorio, creando las bases para fomentar el dialogo político- social sobre el hecho migratorio y para liderar desde la sociedad civil iniciativas políticas que contribuyan a garantizar los derechos humanos, y el bienestar de nuestros migrantes y sus familias.

El peso de la sociedad civil debe ser tenido en cuenta si realmente se desea dar una respuesta integral a la problemática de las migraciones. Un ejemplo de la actividad desarrollada ha sido el documento suscrito por más de dos mil organizaciones sociales del mundo, rechazando abiertamente la Directiva del Retorno aprobada por el Parlamento Europeo, durante el Tercer Foro Social de las Migraciones, celebrado en España del 11 al 14 de septiembre de 2007.  En el Tercer Foro Social por las Migraciones que se llevó a cabo en la región de Rivas Vaciamadrid (España), los representantes de la sociedad civil expresaron su preocupación por la constante vulneración de derechos a los y las migrantes, especialmente en los países del Norte, además de exigir la voluntad política de todos los gobiernos para mejorar sus condiciones. 
__________________________________
1 Lo expuesto en este artículo es entera responsabilidad del autor, y no de la Fundación ESPERANZA. El usuario fue invitado a escribir en esta edición de la Revista Migrante, por parte del comité editorial
2 Velandia Mora, Manuel Antonio. Sociólogo, Master en Educación, DEA en Psicopedagogía.
3 http://alhim.revues.org/index522.html
4 Codhes –Unicef, Un país que huye. Desplazamiento y violencia en una nación fragmentada, Bogotá, 1999.
5 Jaime Andrés Erazo et alter, “Diversas causas y costos del desplazamiento: ¿Quién los compensa?”  Banco Mundial, Informe 2001, p.12.
6 Esta Guerra no es Nuestra”: Niños y desplazamiento forzado en Colombia, Codhes – Unicef, Bogotá, 2000 p.9.
7 Palacio Betancourt, Diego (2007). Ministerio de Protección Social de Colombia. La política migratoria colombiana. http://www.icpcolombia.org/archivos/publicaciones/diego_palacio_discurso.pdf
8 Codhes Informa. Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Bogotá 7 de diciembre, 2000, No. 34, p.3-4.
9 Asamblea Parlamentaria Europea. Retos de la política social en las sociedades europeas que envejecen. En: http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/consejoeuropa-rec1591-01.pdf
10 http://www.radio18-12.net/es/story/2008/12/union_europea_politicas_migracion
11 Caroline Ausserer para Radio 1812. http://www.radio18-12.net/es/audio/2008/12/critica_politicas_migracion_europeas
12 Velandia Mora, Manuel Antonio (2005). El trabajo en equipo y las políticas públicas: ruta para la garantía de derechos. En: Módulo 5. Parcela 3. La expedición se construye en Equipo. Bogotá: OIM/ Proyecto Fondo Mundial Colombia; Bogotá.
13 Gómez Diez, Oscar (2008). Del olvido a la inclusión: Elementos para una política pública migratoria desde un enfoque de derechos Humanos. En: Revista Diálogos Migrantes Nº 1.  ww.revistadelmigrante.org