viernes, 19 de noviembre de 2010

Del vacío a la incongruencia: políticas de migración en Colombia

Por Manuel Velandia Mora[1], [2]

investigadormanuelvelandia@gmail.com

En la presentación del Foro internacional: “La migración en Colombia: un reto para el siglo XXI”, celebrado en Bogotá en julio de 2007, se afirmó que el fenómeno de las migraciones puede ser estudiado desde diferentes puntos de vista: por un lado, puede entenderse como el libre movimiento de personas, bienes y capital, en sociedades concebidas como estructuras abiertas, en que las personas tienen el derecho de tomar distintas decisiones con la legitimidad de construir sus propios proyectos de vida. Por el otro, como un acto casi forzoso, derivado en gran parte de la falta de oportunidades y la urgencia de satisfacer necesidades básicas como la salud, la educación, el trabajo y la seguridad, muchas veces proveídos ineficientemente por parte del Estado.

Es precisamente desde esta segunda perspectiva en la que escribe el presente artículo, en el que se reflexiona sobre los intentos colombianos por construir una política de migración. Los ejemplos que se utilizan se relacionan con la situación española y/o con la Unión Europea, pero debe comprenderse que en las últimas décadas tanto la migración a otros países, como la migración interna tienen raíces comunes en Colombia.

La migración ha sido un fenómeno universal y permanente. Con excepción de la inmigración española y la introducción de negros africanos durante los siglos XVI a XVIII, el territorio colombiano no ha sido receptor de grandes corrientes migratorias procedentes de Europa o de otros continentes.[3] En septiembre de 2007, se conocía que 3,3 millones de colombianos vivían en el exterior, de los cuales el 51,4% son mujeres.

Uno de los países que más población colombiana recibe es España, razón por la cual el tema migratorio ocupa la atención de las agendas públicas de ambos países. Tal vez el fenómeno más importante de las migraciones internas después de la llamada colonización antioqueña de finales del siglo XIX, la de quienes buscaban mejores condiciones de vida a comienzos del siglo XX y la de los emigrados de la “violencia colombiana” de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, lo constituye, en los últimos años, el éxodo de “un país que huye” de los ejércitos en conflicto[4].

Los principales grupos señalados como promotores del desplazamiento forzado interno en Colombia, son los “esmeralderos, grupos de autodefensa, guerrilla, milicias populares, narcotráfico, organismos del Estado (DAS, Policía, Fuerzas Militares) paramilitares y terratenientes”[5]. El desplazamiento forzado interno es una de las manifestaciones de esta crisis, quizá la de mayor gravedad, no sólo por la magnitud que reviste (cerca de 2 millones de personas en 15 años) sino por el tipo de rupturas sociales, políticas y culturales que genera; por los interrogantes profundos que plantea sobre el sentido histórico y futuro de la nación colombiana y por la tendencia a la fragmentación social que conlleva.[6]

La política migratoria internacional colombiana tiene dos vertientes importantes para su construcción, por un lado la situación nacional, que demuestra un continuo y exponencial crecimiento de la migración, y por otro, la presión surgida por las políticas internacionales, que se endurecen en la medida en que crece la crisis económica mundial y específicamente, la situación de desempleo, y por consiguiente, las condiciones cualitativas y cuantitativas de los migrantes y las condiciones sociales, políticas y culturales que de ello se derivan para las fuerzas migrantes laborales.

Al incrementarse la crisis se disminuye el interés en salir del país tras mejores perspectivas económicas y de trabajo, pero se mantiene la tasa de quienes buscan satisfacer necesidades como la educación y la salud. En el caso de la seguridad, la inmigración en Colombia ha crecido constantemente y de manera exponencial con el actual gobierno.

La situación legal de la migración nacional y trasnacional en Colombia

Colombia ha sido en términos relativos, uno de los países suramericanos que menos promoción le dio al tema de la inmigración, durante la década de los 50, 60 y 70. En la década de los noventa, se inicia con una clara tendencia a la apertura y consolidación de las relaciones internacionales, cambiando la hipótesis del conflicto por el de la cooperación y la integración de países en bloques... La Constitución Política de Colombia, recoge esta tendencia y resalta el espíritu integracionista de la política exterior colombiana, buscando la complementación económica con el fin de optimizar la utilización y movilidad de los factores de producción, de alcanzar escalas productivas eficientes y estimular las inversiones encaminadas a un intensivo aprovechamiento de los mercados y de la capacidad competitiva en las corrientes de intercambio regional y mundial[7].

Para comprender qué sucede actualmente en el fenómeno de la migración a otros países debe recordarse que en Colombia se crea por el Decreto 1239 de 2003, la Comisión Nacional Intersectorial de Migración, como un órgano para la coordinación y orientación en la ejecución de la política migratoria del país. Que en los objetivos de la “Política Exterior Colombiana 2006-2010” se contempla la necesidad de diseñar una Política Integral de Migraciones. De tal manera que en el “Plan de Desarrollo 2006- 2010” se afirma que “el fortalecimiento de la política estatal migratoria constituye un elemento determinante como factor de desarrollo, por lo que es necesario potenciar en sus efectos positivos tanto en sus países de origen como en los de destino”, y que en el “Documento Visión Colombia 2019”, Capitulo 6, titulado “Diseñar una Política Exterior acorde a un mundo en transformación”, se ha contemplado como una de sus metas “Reforzar los vínculos con los colombianos en el exterior y favorecer sus aportes al desarrollo de la Nación”.

Política sin diagnóstico
Hacer una política de migración requiere una serie de conocimientos previos, que se deben basar en estudios realizados desde disciplinas como la economía, la politología, la filosofía, la antropología, la etnografía, la sociología, la educación y la historia. La principal falencia diagnóstica para hacer una política es que Colombia no re-conoce con profundidad la gravedad de la causa principal de la migración, de la que se derivan muchas otras; mucho menos conoce sus características y efectos. Colombia se halla en un conflicto interno, una guerra que ha incrementado los niveles de pobreza absoluta, que ha desvirtuado el uso del producto interno bruto y que ha destinado su uso al armamentismo, al pago de un ejército de delatores, y desestimado la función de la educación y de la salud publica.

Desde otro punto de vista, se considera que “La política antinarcóticos basada en la represión de los cultivos ilícitos lleva a nuevas formas de movilidad de estas economías y sus secuelas sociales hacia otros territorios de la región Andina, comprometiendo de paso la reserva ambiental multinacional del Amazonas.”[8] Sin el reconocimiento y diagnóstico, no se puede solucionar uno de los grandes problemas de base y mucho menos pensar en alternativas, pues estas se fortalecen con la validación de los planteamientos básicos de los derechos humanos, y el reconocimiento de las diferencias y las diversidades, principios de toda política incluyente, democrática y solidaria.

Frente al desplazamiento forzado en Colombia se han creado políticas que parecería que no viene al caso analizar en este escrito; sin embargo, los mismos argumentos de base que configuran la problemática del desplazamiento internacional son las que originan el desplazamiento interno y sus soluciones, pues en muchos casos los dos tipos de migraciones se imbrican como sucede en los desplazamientos forzados fronterizos.

La política que se traza actualmente en Colombia sobre migración tiene una serie de falencias que pretendo dar a conocer a continuidad.

Política sin objetivos
Una política de migración debe estar perfectamente encaminada a cumplir un objetivo concreto. La lectura de los documentos marco del “Programa Colombia nos une”, arriba citados, demuestra que no hay metas claramente definidas como tampoco un “norte” político claro.

Política sin principios éticos
Hacer una política de migración requiere de unos principios éticos, y sin el reconocimiento de la permanente vulneración de los derechos humanos e incluso de los derechos sexuales, al interior del país, es imposible construir una política interna coherente con la realidad nacional.

Política basada en el sentido común
La más sobresaliente de las falsas creencias que se fundamentan en el “sentido común” se relaciona con el nivel de formación de los migrantes colombianos. Se considera que el nivel educativo de los colombianos sobresale del de los demás inmigrantes latinoamericanos. Es evidente que sobresale no porque sea superior, sino porque los migrantes de otros países, especialmente del Área Andina, tienden a tener niveles educativos formales de formación más bajos. Sin embargo, este plus no determina que tengan acceso a trabajos de mayor rango, en especial porque no hay políticas claras de homologación internacional de títulos universitarios. A lo anterior debe sumarse que el desconocimiento de otras lenguas es una barrera infranqueable para muchos de los migrantes.

Otra falsa creencia tiene que ver con la “facilidad para integrar productivamente a la mano de obra” por medio de convenio de flujos de trabajadores migrantes, cabe destacar que, por ejemplo, la migración hacia España está relacionada con la agricultura (trabajo estacional) y la construcción, dos actividades actualmente en crisis, con efectos negativos especialmente para los migrantes. Estos, cuando luego de concluir su contrato, deciden quedarse entran en procesos de ilegalidad, por cuanto su traslado obedece a permisos temporales, situación que los conduce a trabajos a destajo, con baja remuneración.

Una última falsa creencia, entre las muchas que quedan por analizar, sería la del flujo de capitales y su incidencia en la economía nacional. Aun cuando es verdad que las remesas se venían incrementando, eso tan sólo es verdad para épocas pasadas, actualmente las personas cada vez menos pueden aportar capital a sus familias en Colombia y cuando lo hacen a pesar de la situación real económica y laboral en la que viven en los países a los que han migrado, se ven obligados a desarrollar trabajos de bajo nivel y de reconocimiento social y económico, actividades que muchas veces consideran denigrantes, y que realmente los son, porque en algunos casos deben recurrir a la prostitución y/o actividades ilegales, que afectan además su situación emocional, autoestima, auto y heterovaloración, y de paso terminan minando las relaciones familiares.

La situación del empleo

Veamos un caso sobre la situación de empleo. Los servicios públicos de empleo españoles alcanzaron a finales de marzo de 2009 la barrera de los 3,6 millones de personas sin trabajo. A finales de 2008, con relación a inmigrantes, en el sector de la construcción se registraron 70.701 desocupados (el 13,60%), en el Sector de servicios, 46.471 (2,69%) y en el Sector de la industria 27.725 (7,45%). El aumento del desempleo ha obligado a los nacionales españoles a aceptar empleos en los que realizan tareas que tradicionalmente no querían realizar y que eran dadas a los inmigrantes, como son los casos del campo y la construcción. Este ultimo uno de los sectores mas afectados por la actual crisis económica española provocando que un gran volumen de extranjeros se encuentre en paro (40% de nuevos parados). La Secretaria General de Empleo en España, Maravillas Rojo, afirmó que “el año 2009 será muy difícil, en la medida en que seguirá creciendo el desempleo, como consecuencia de la caída de la actividad productiva y del consumo". En lo que va corrido del año 2009 esta predicción se ha cumplido, superando los índices proyectados.

Interrelación, interafectación e interdependencia
Analizando sistemicamente la situación de la migración, puede decirse que el incremento en el número de inmigrantes es tan solo la emergencia, es decir el resultado de la interrelación, interafectación e interdependencia de una gran cantidad de situaciones que es necesario tener en cuenta, no solo a nivel interno, sino también a nivel internacional, especialmente en aquellos países a donde suelen desplazarse en mayor volumen, los colombianos.

Un aspecto determinante es la imposibilidad que tienen los países de cubrir la mano de obra necesaria, pues ello los hace atractivos para los migrantes como fuente de empleo. Mientras que la fecundidad continúe en descenso y la esperanza de vida en aumento, Europa se encontrará en primera línea del proceso de envejecimiento de la población a nivel mundial. Durante los últimos decenios, las tasas de fecundidad en Europa han descendido hasta una media de 1,4 hijos por mujer en edad de procrear. La población de 60 años o más representa hoy el 20 % de la población en Europa y, de aquí al año 2050, esta cifra llegará probablemente a alcanzar el 33 %.[9] En la medida que la población envejece se requiere de mano de obra y en consecuencia de migrantes que desarrollan aquellas actividades productivas que los mayores no pueden ejecutar.

Aunque las políticas de migración en la Unión Europea son la competencia primordial de los Estados Miembro, la Unión tiene un importante rol que jugar ya que fija el marco general. La UE, por ejemplo, ha sido criticada recientemente por la "Directiva de Retorno", que establece reglas comunes de deportación de inmigrantes irregulares. Además, los países que se encuentran en las fronteras de la Unión, como Italia, quieren compartir sus responsabilidades con otros Estados Miembro. Allí existe además la necesidad de encontrar una solución común, dice Kacim Kellal del Ministerio francés de Migración e Identidad Nacional.[10] La Unión Europea debería reconocer la importancia de la migración ya que los trabajadores migrantes ayudan a mejorar su funcionamiento y cada vez mas tendrá que reconocer tener necesidad de ellos.[11]

Las condiciones económicas que pueden tener los migrantes, determinan el bienestar y calidad de vida que estos pueden obtener, pero también las que esperan para sus familiares que permanecen en Colombia. La situación de la economía mundial ha cambiado las perspectivas para los inmigrantes y han planteado la contradicción entre las necesidades reales y la posibilidad de que inmigrantes europeos, provenientes de países que hace algunos años ingresaban como ilegales, puedan entrar actualmente de manera legal cambia las perspectivas para los latinoamericanos, en especial cuando se han creado recientemente políticas que favorecen la repatriación de inmigrantes.

En la zona del euro, los salarios y sueldos aumentaron en un 3,7% en el año hasta el primer trimestre de 2008. El Consejo de Ministros de España aprobó un importe del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2009, que se ha fijado finalmente en 624 euros mensuales (1.872.000 pesos), lo que supone un incremento del 4% respecto a la establecida en 2008. En Colombia el salario mínimo para el 2009 quedó en $497.000 pesos, sin embargo, la inflación para los colombianos de estrato bajo fue de 8,99%, según el DANE. Las personas cuando emigran siempre tienen la idea de que obtendrán un trabajo, pero no tienen en cuenta que mientras no tengan un permiso de trabajo tendrán que laborar como ilegales y hacerlo con salario inferior, si a ello suman los cambios que se han generado con la crisis económica comprenderían, que en el momento actual las posibilidades de obtener un trabajo son cada vez menores. Por otra parte, el autor ha observado que las personas viven en condiciones de hacinamiento y con baja calidad de vida, especialmente por los costos de vida, pero especialmente porque prefieren sacrificar su bienestar en beneficio de la calidad de vida familiar, ya que son concientes de que cualquier aporte económico que logren preveer a su familia se multiplica por tres en Colombia.

Otro aspecto preocupante para quienes viven fuera de su país, incluso en países en los que se habla el castellano, es la interculturalidad. En España se hablan lenguas diferentes al español (Valenciano, Catalán, Euskera, Gallego y Aragonés); en las diferentes comunidades esos idiomas son igualmente oficiales, en tal sentido, para ciertos trabajos se requieren mínimos conocimientos de ellos. La falta de su dominio hace menos competitivas a las personas en empleos que las ponen en relación directa con el cliente. Pero la lengua no es siempre lo más determinante en la multiculturalidad, la manera como se vive en el cotidiano, la dieta alimentaria, el sentido del humor y cosas tan sencillas como hablar sobre sí de manera positiva (que se considera prepotencia) se vuelven barreras cotidianas difíciles de sobrepasar, que sin embargo determinan las posibilidades de construir relaciones interpersonales y que terminan siendo la razón por la que muchas personas deciden regresar a su país.

En la mayoría de países europeos el reconocimiento de los saberes se dificulta, mientras no haya habido homologación de títulos, se considera que la persona tiene un nivel escolar primario; la homologación de títulos puede demorar entre uno y dos años y generalmente implica tomar algunos cursos adicionales para alcanzar el titulo español. A ello debe agregarse que es difícil demostrar la experiencia laboral cuando no se ha oficializado un documento con el cual ello pueda comprobarse. Sin embargo también he observado que en aquellas situaciones en las que se desempeña una profesión de la cual hay una necesidad demostrada, por ejemplo profesionales de la medicina, la enfermería y la informática (sistemas), las personas logran ubicarse en mejores condiciones, especialmente si son contratados en el país de origen.

Falencias en la construcción de la políticaMientras en Colombia no se logre en las políticas de migración el reconocimiento de los anteriores aspectos, que son tan solo algunos de los que minan la posibilidad laboral, será imposible que las personas accedan a trabajos que no sean de bajo rango económico.

Tal y como ha sucedido siempre en otras temas, las políticas de migración de los países tercermundistas dependerán de la economía, de la necesidad de mano de obra barata y de las decisiones que sobre el tema se toman en el club de los países ricos.

La discusión de las políticas en Colombia debe alimentarse de lo que sucede en el resto del mundo, pero igualmente debe acompañarse de equipos interdisciplinarios e interinstitucionales de trabajo en los que participen las ONG de inmigrantes y migrantes, de Derechos Humanos, las que se orientan a situaciones derivadas de la migración ilegal, como también las conformadas por víctimas del conflicto armado, de la trata de personas.

Debe investigarse etnográficamente a los migrantes que han regresado por decisión propia y aquellos que fueron obligados a hacerlo; aquellos que optaron por quedarse y se vieron obligados a quedarse de manera ilegal o lo hicieron legalmente; los asilados políticos y por otras formas de violencia, como la sexual, ya que su conocimiento, experiencia y emoción son un aporte fundamental para hacer una política útil a los ciudadanos. Sólo con un estudio exhaustivo de la realidad y con el reconocimiento pleno de los orígenes reales de la migración, por ejemplo de que Colombia está en un conflicto interno, podrá el país aproximarse a la construcción de una política efectiva y congruente con las necesidades reales de los y las colombianos/as.

La participación de la sociedad civil
Velandia (2005) considera que la realización de los derechos, ya sea porque existe el riego de que estos se vulneren o porque ya han sido vulnerados, implica llevar a cabo acciones institucionales y poner en marcha mecanismos de protección que hagan posible la eficacia material de dichos derechos; es decir, su cumplimento efectivo y no sólo respuestas simbólicas que “ofrecen alternativas” que nunca se llevan a la práctica. Lograr acciones institucionales orientadas a la realización de derechos de las personas se hace posible en la medida en que cumplimos un “ciclo de política pública”. Se entiende que la política pública es la resultante del proceso que articula la participación y el diálogo de todos los actores involucrados con respecto al tema que la convoca; éste se considera prioritario por ser un problema entendido como socialmente relevante, luego de un análisis claro y realista sobre lo que existe y lo que al respecto es apropiado, en cuanto a la satisfacción de necesidades de la comunidad directa e indirectamente afectada.[12]

Velandia considera en el citado texto, que las políticas públicas se diseñan y construyen desde y con las personas, en un territorio determinado y con las posibilidades para de dar una respuesta efectiva a un problema determinado. Dicha respuesta puede o no es ser definitiva, pero posibilita la revisión o el diseño e implantación de acciones conjuntas con otras entidades públicas y privadas que cooperan en la búsqueda de alternativas.

Las condiciones en las que se desarrolla una política pública, según Velandia, deben estar dadas de acuerdo con las necesidades propias y particulares de cada población; es decir, desde un enfoque diferencial y de equidad. Comprendiendo que no es solamente la atención post emergencia –cuando ya se ha emigrado-, sino que parte desde generar las condiciones básicas para la realización de los derechos como fundamento de cualquier tipo de acción afirmativa. El fin del restablecimiento es intentar compensar las inequidades producto de la falla estatal en el deber de protección; en consecuencia, las acciones de este orden abarcan todo el ciclo de la política pública, diseño (que incluye el diagnóstico), desarrollo, implementación, seguimiento y evaluación.

Sin embargo, cuando el estado “investiga” suele relativizarse el diagnóstico a las necesidades del Estado, de ahí la importancia de crear y fortalecer un mecanismo de participación democrático e incluyente con la participación de todos los actores sociales, que le de vida a la política migratoria en todos sus campos, idea propuesta entre otros por la Fundación Esperanza. Los diagnósticos y las propuestas para el diseño deben construir consensos que se validen a través de iniciativas legislativas y del ejecutivo, capaces de dar respuesta al problema de la migración. Ya que “la sociedad civil ha estado ausente de la formulación de los planes y programas en temas migratorios, a pesar de contar con una valiosa experiencia en este sentido… Capitalizar la experiencia de las organizaciones en general y en particular de la sociedad civil permitiría además, contar con el valor agregado de estas organizaciones, por la confianza que pueden significar para los beneficiarios de los servicios, porque en ellas pueden buscar la representación de su voz, y por la acción complementaria y en algunos casos subsidiaria de la acción del Estado”.[13]

A principios del 2008 se conformó en Colombia la Plataforma Social Migratoria HERMES que agrupa a 17 organizaciones sociales, académicas, religiosas, sindicales, más un núcleo de personas vinculadas al tema migratorio, creando las bases para fomentar el dialogo político- social sobre el hecho migratorio y para liderar desde la sociedad civil iniciativas políticas que contribuyan a garantizar los derechos humanos, y el bienestar de nuestros migrantes y sus familias.

El peso de la sociedad civil debe ser tenido en cuenta si realmente se desea dar una respuesta integral a la problemática de las migraciones. Un ejemplo de la actividad desarrollada ha sido el documento suscrito por más de dos mil organizaciones sociales del mundo, rechazando abiertamente la Directiva del Retorno aprobada por el Parlamento Europeo, durante el Tercer Foro Social de las Migraciones, celebrado en España del 11 al 14 de septiembre de 2007.[14] En el Tercer Foro Social por las Migraciones que se llevó a cabo en la región de Rivas Vaciamadrid (España), los representantes de la sociedad civil expresaron su preocupación por la constante vulneración de derechos a los y las migrantes, especialmente en los países del Norte, además de exigir la voluntad política de todos los gobiernos para mejorar sus condiciones.

[1] Lo expuesto en este artículo es entera responsabilidad del autor, y no de la Fundación ESPERANZA. El usuario fue invitado a escribir en la edición de la Revista Migrante Nº7, por parte del comité editorial
[2] Velandia Mora, Manuel Antonio. Sociólogo, Master en Educación, DEA en Psicopedagogía.
[3] http://alhim.revues.org/index522.html
[4] Codhes –Unicef, Un país que huye. Desplazamiento y violencia en una nación fragmentada, Bogotá, 1999.
[5] Jaime Andrés Erazo et alter, “Diversas causas y costos del desplazamiento: ¿Quién los compensa?” Banco Mundial, Informe 2001, p.12.
[6] “Esta Guerra no es Nuestra”: Niños y desplazamiento forzado en Colombia, Codhes – Unicef, Bogotá, 2000 p.9.
[7] Palacio Betancourt, Diego (2007). Ministerio de Protección Social de Colombia. La política migratoria colombiana. http://www.icpcolombia.org/archivos/publicaciones/diego_palacio_discurso.pdf
[8] Codhes Informa. Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Bogotá 7 de diciembre, 2000, No. 34, p.3-4.
[9] Asamblea Parlamentaria Europea. Retos de la política social en las sociedades europeas que envejecen. En: http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/consejoeuropa-rec1591-01.pdf
[10] http://www.radio18-12.net/es/story/2008/12/union_europea_politicas_migracion
[11] Caroline Ausserer para Radio 1812. http://www.radio18-12.net/es/audio/2008/12/critica_politicas_migracion_europeas
[12] Velandia Mora, Manuel Antonio (2005). El trabajo en equipo y las políticas públicas: ruta para la garantía de derechos. En: Módulo 5. Parcela 3. La expedición se construye en Equipo. Bogotá: OIM/ Proyecto Fondo Mundial Colombia; Bogotá.
[13] Gómez Diez, Oscar (2008). Del olvido a la inclusión: Elementos para una política pública migratoria desde un enfoque de derechos Humanos. En: Revista Diálogos Migrantes Nº 1. www.revistadelmigrante.org
[14] Declaración del Tercer Foro Mundial de las Migraciones. En: Revista Diálogos Migrantes Nº 1. www.revistadelmigrante.org

martes, 16 de noviembre de 2010

Cuestiones claves para la Sensibilización en el manejo de la diversidad en el marco de la administración pública

Por Manuel Antonio Velandia Mora

Partiendo de la idea de que para el inmigrante ocurren cambios en la perspectiva particular y social debidas al proceso de vinculación y desvinculación de las sociedades de origen y de llegada, es necesario tener en cuenta la memoria histórica de quien se vincula al nuevo territorio partiendo de la idea que es un sujeto histórico y social que es afectado y afectante de una memoria colectiva, pero igualmente de una memoria particular que se reflejan en su cultura y tradición; recordando que la historia existe, pero es reinterpretada subjetiva y políticamente.

Por otra parte cabe recalcar que son dos historias las que deben integrarse y que igualmente el ciudadano receptor igualmente posee una memoria histórica porque también es un sujeto histórico y social afectado y afectante de la memoria colectiva, con una memoria particular que también se reflejan en su cultura y tradición y que estas son reinterpretadas subjetiva y políticamente.

La mediación cultural, si se ve desde una unidireccionalidad no logrará que emerja el conocimiento que si se genera en las interrelaciones, interafectaciones e interdependencias que se producen a partir de las vinculaciones cotidianas y en en las que se generan en los procesos educativos para la integración. Estos procesos deben pasar de lo específico a lo general y como resultado se produce la pertenencia a la nueva sociedad, que no se mide por permanecer en el espacio, sino en la calidad de lo que el inmigrante aporta y en la interacción con la sociedad.

La normalización de la diferencia que se da en la interacción es otro objetivo en el manejo de la diversidad, ya que al normalizarla deja de ser diferencia, y el ser se hace parte de la sociedad recibida y ofertada.

Por otra parte y como lo afirma la Ley 15/2008 de integración de las personas inmigrantes en la Comunitat Valenciana, “La integración de las personas inmigrantes en la sociedad valenciana implica el reconocimiento de una serie de derechos, así como el cumplimiento de unos deberes que parten de los criterios de convivencia y organización característicos de la sociedad española y valenciana”.

La ley pretende la integración de todo extranjero que se encuentre en nuestra comunidad (quien vive en ella es valenciano), al que no se le aplique el régimen comunitario, como colectivo con unas necesidades específicas que difieren del tratamiento jurídico y de las circunstancias en las que se encuentran los ciudadanos europeos que residen en la Comunitat Valenciana. 


Así mismo, subraya que la dignidad de las personas y la igualdad son los elementos centrales de toda actuación encaminada a la integración de las personas inmigrantes y establece un nuevo instrumento de integración: el compromiso de integración, por medio de un programa voluntario de comprensión de la sociedad valenciana.

La asistencia sanitaria se considera el primer pilar para la integración, al ser el medio para que la persona pueda disfrutar y ejercer sus potencialidades de participación activa en la vida social. El derecho a la educación es el segundo pilar para conseguir la integración de las personas inmigrantes. El empleo y la formación son el tercer pilar de la integración, por lo que la ley establece una serie de medidas encaminadas a este fin y considera la necesidad de que los poderes públicos ofrezcan a la persona inmigrante información y formación básica, así como facilidades para fomentar la reorientación laboral y el acceso al empleo. La ley establece una serie combinada de servicios y actuaciones que les facilite la elección adecuada y efectiva de una vivienda en buenas condiciones; en este sentido, la información y la implicación de las propias personas inmigrantes en dicho proceso se muestran como instrumentos imprescindibles para evitar los guetos y promover la libertad de elección en este sector.
La Ley destaca la necesidad de atender a los menores y jóvenes, cuya inserción social pasa por una necesaria integración en una familia debidamente vertebrada pero igualmente incluye la regulación de actuaciones encaminadas a facilitar o ayudar a la persona inmigrante en el retorno a su país de origen cuando ponga fin a su estancia entre nosotros.


Fuente: http://www.boe.es/boe/dias/2009/01/10/pdfs/BOE-A-2009-442.pdf

Proyecto “Conoce Totana” evaluación de algún programa de formación para la integración de personas inmigrantes.

Por Manuel Antonio Velandia Mora
Para este ejercicio hice una búsqueda en la Web, por medio del buscador Google.com puse la frase "Programa de formación para la integración de personas inmigrantes" y tome como muestra al azar el Programa de formación para la integración y la convivencia interculturallo gestiona el Área de Inmigración de la Concejalía de Bienestar Social del municipio de Totana.
Totana está ubicado en el cuadrante sudoriental de la provincia de Murcia, tiene una extensión de 287,67 Km2.
La siguiente información aparece en un portal privado que se llama totana.com, fue producida el 28/8/2008 y tuvo como fuente el Ayuntamiento de Totana:
El Servicio de Formación incluye, entre sus objetivos, incrementar los conocimientos, capacidades, habilidades y destrezas de las personas de origen inmigrante que presenten dificultades para desenvolverse e integrarse de forma adecuada en la sociedad local de acogida.
Además, se pretende propiciar actitudes de integración, aceptación mutua, pertenencia y convivencia adecuada entre todos los vecinos del municipio.
Entre los servicios que brinda destacan las clases de refuerzo de la lengua castellana y otros conocimientos básicos como cálculo e informática; Taller de habilidades sociales básicas para el empleo y la participación social y el curso de educación para la salud, hábitos de higiene, cuidados sanitarios.
También se incluyen talleres de mejora de la casa y el hogar; para el conocimiento del entorno; recursos, instituciones, costumbres, derechos y deberes, cocina intercultural, costura.
Este servicio contempla la realización del proyecto “Conoce Totana” de apoyo a personas inmigrantes recién llegadas, visitas guiadas a lugares de interés; y actuaciones para el conocimiento de la diversidad cultural local; encuentros, charlas y talleres, entre otros.
El horario de este servicio es los lunes y miércoles; de 9:00 a 14.00 horas; y los martes y jueves; de 16.00 a 21:00 horas.
No se informa si se torga o no algún tipo de certificación.
La información tiene las siguientes fuentes:
En la página oficial del Ayuntamiento de Totana en la sección concejalías aparece la que según la nota de prensa anterior está encargada del proyecto “Conoce a Totana”:
Concejalía de bienestar social, participación ciudadana, relaciones vecinales, voluntariado, inmigración, personas mayores, atención a la diversidad y a la discapacidad, programas europeos y nuevas tecnologías
En la sección correspondiente a dicha concejalía se informa que sus servicios son: Bienestar Social, Nuevas Tecnologías, Participación Ciudadana, Programas Europeos, Relaciones Vecinales.
Al hacer una búsqueda en estos ítems no se encuentra ningún vínculo  que conduzca al proyecto “Conoce a Totana” o al “Programa de formación para la integración y la convivencia intercultural”.
En la búsqueda de noticias en la Web se encontró una producida por Bienestar Social dos días antes (26/08/2010) a la nota ya comentada, cuyo título es: Ayuntamiento de Totana pondrá en marcha el II Plan municipal de integración del inmigrante con el objetivo de facilitar los cauces de convivencia a la población inmigrante residente en el municipio.
En la citada noticia se informó que el Ayuntamiento de Totana, a través de la Concejalía de Bienestar Social, pondría en marcha las medidas de carácter laboral, social y cultural, que se incluirán en el II Plan Municipal de Integración del Inmigrante, una iniciativa pionera en la Región de Murcia que tiene el objetivo de facilitar los cauces de convivencia a la población inmigrante residente en el municipio.
El concejal de Bienestar Social y responsable del Área de Inmigración, Juan Carrión Tudela, informó de que los técnicos de la Concejalía están trabajando y evaluando las bases que asentarán el documento de este segundo Plan, que pretende ser un programa integral que requiere de la participación de todos los colectivos sociales, partidos políticos y organizaciones de ayuda al inmigrante que operan en Totana, así como el Consejo Sectorial de la Inmigración, que se encargará en analizar la situación y demandas de este colectivo.
En este sentido, el edil recordó que el Consejo Sectorial de Inmigración es un órgano de consulta en el que están presentes todos los colectivos y asociaciones que trabajan con inmigrantes en el municipio, y que está integrado por el alcalde, el concejal delegado, representantes de los tres grupos políticos, un técnico municipal, un representante de las asociaciones de inmigrantes y cinco ciudadanos sensibilizados e interesados en esta materia.
El edil destacó el papel importante que desarrolla el Consejo Sectorial de Inmigración en materia de participación ciudadana, ya que para complementar la labor de este órgano se ha creado un “Espacio de Encuentro Intercultural”, donde todos los meses técnicos y representantes del tejido asociativo de Totana se reúnen para analizar y valorar las distintas situaciones y necesidades de este colectivo.
También se pretende plasmar en un documento, a modo de reglamento, los derechos y obligaciones que tiene el inmigrante con el fin de promover iniciativas que posibiliten la integración social e incorporación laboral de este colectivo.
Juan Carrión indicó que estas actuaciones globales sólo tienen el objetivo de dar respuesta a las necesidades de los inmigrantes residentes en Totana pero también encauzar algunas dificultades de la población autóctona con éstos como es el caso de la inserción laboral y auguró que éste sea un buen punto de partida para otros municipios con importante población inmigrante.
Carrión comentó que Totana viene realizando, desde hace varios años, distintas actuaciones en materia de inmigración, siempre en colaboración con la Comunidad Autónoma y la Administración Central, y destacó que en diciembre de 2003 el Ayuntamiento firmó el primer convenio de colaboración para el desarrollo de programas de integración de inmigrantes.
En este sentido, el edil recordó algunas iniciativas llevadas a cabo tales como la publicación de “Guía del Inmigrante” como un instrumento “didáctico y pedagógico” para que los inmigrantes que llegan a Totana puedan tener cubiertas sus necesidades de información y acceso a los recursos públicos del municipio.
Asimismo, mencionó los nuevos servicios y recursos municipales puestos en marcha para la integración de las personas inmigrantes y de la convivencia intercultural local, destacando, los servicios de formación y de traducción-interprete puestos en marcha recientemente.
Además, explicó las actividades propuestas dentro del programa de formación tales como clases de refuerzo del castellano, otros conocimientos básicos, taller de habilidades sociales básicas para el empleo y la participación social, curso de educación para la salud, taller de mejora de la casa y el hogar, talleres de creación y expresión (costura, cocina), y actividades para el conocimiento del entorno (recursos, instituciones, costumbres, derechos y deberes), entre otras cosas.
De cara al mes de septiembre, sería presentado el II Plan Municipal de Integración y Convivencia de Inmigrantes en el municipio de Totana.
Antecedentes del proyecto
Sus antecedentes se remontan al año 2005, cuando fue creado el I Plan Municipal de Integración de Totana. En este vínculo se encuentra información al respecto: http://www.totana.es/noticia.asp?cat=2033
En 20/7/2005 se informó que la Concejalía de servicios al ciudadano editó una guía de recursos para inmigrantes y presenta el servicio municipal de atención al inmigrante. Juan Carrión, edil de Servicios al Ciudadano, informó de la apertura reciente del Servicio Municipal de Atención al Inmigrante puesto en marcha en coordinación estrecha con Servicios Sociales y que, con el objetivo de cubrir las demandas del colectivo inmigrante, está ya funcionando en la calle Vidal Abarca, 8. También comunicó que es ese momento el número de inmigrantes empadronados es de 6.328, aunque la cifra de residentes es sensiblemente superior; y quiso agradecer a todos los colectivos que han colaborado para que el documento didáctico “Totana en tus manos” haya visto la luz.
El Centro de servicios sociales organizó un taller de mujeres inmigrantes y españolas para fortalecer la integración social dentro del plan municipal de inmigración según se informó el 10/04/2006 en: http://www.totanaonline.com/totana-noticia.asp?id=3922. En la nota de prensa se comunicó que el taller ha contado con la presencia de 28 mujeres, algunas de ellas pertenecientes a distintas asociaciones de mujeres del municipio, tales como la Asociación de Amas de Casa, Asociaciones de Vecinos y la Asociación de Mujeres Inmigrantes; también han participado mujeres no pertenecientes a ninguna asociación y trabajadoras del Ayuntamiento.
Opinión sobre el programa
No aparece en la página del Ayuntamiento de Totana ninguna noticia posterior que relacione el I o II Plan Municipal de Integración de Totana. Es necesario destacar que no aparecen en la página Web institucional recursos educativos, informes relacionados con los procesos llevados a cabo o evaluaciones de los mismos.
Haciendo una búsqueda de noticias realizada en la página Web de la Concejalía en sus publicaciones realizadas desde 10/8/2007 a la fecha, no se encontró ninguna noticia que informe respecto a los planes de integración.
En conclusión puede decirse que a partir de lo que se puede ubicar en la Web sobre los planes de integración sólo se comunica a la prensa en breves notas pero a una persona inmigrante que pretende conocer sobre los procesos para la integración en la ciudad no le es posible hacerlo a través de los medios virtuales.
Con dicha ausencia de elementos informativos tampoco puede realizarse la evaluación del programa de formación para la integración de personas inmigrantes.

Las etapas de las migraciones intercontinentales, el momento actual y la situación de Italia y Alemania.

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, Noviembre 16 de 2010
Las migraciones son tan antiguas como el hombre, y se dan desde la Prehistoria. La etapa moderna de las migraciones internacionales se inicia en el siglo XIX y atraviesa diversas fases hasta la actualidad:

En el siglo XIX se produce un importante flujo migratorio desde el Viejo Mundo primordialmente hacia América y en menor escala hacia África y Oceanía. Además de la presión demográfica en Europa, las causas son económicas: los efectos de la Revolución Industrial sobre artesanos y agricultores y la atracción de la colonización de tierras vírgenes, que se suma a las mejoras en el transporte. Unos 65 millones de europeos de origen rural y poca cualificación profesional se trasladaron a EE.UU. (irlandeses, británicos, germanos y escandinavos) y Latinoamérica (españoles, portugueses e italianos).
El período entre las dos guerras mundiales fue de recesión de los movimientos intercontinentales, por varias razones: desde los inicios de los años treinta se generaliza la crisis económica, en Europa se acelera la industrialización y disminuye la presión demográfica. Los países nuevos ya no requieren mano de obra lo que frena la emigración europea porque se inician las políticas de restricción de la inmigración, como las leyes de cuotas de USA, Canadá y Australia.
Después de 1950 se inicia una nueva etapa dentro de la cual ha habido varios cambios de gran importancia. 1er Período  fue de cierta recuperación de la corriente migratoria hacia América y Australia, procedente de países asiáticos y compuesto de técnicos y profesionales. 2º período se inicia en los sesenta, aparecen nuevas corrientes hacia Europa central y occidental que se motiva en la revolución tecnológica, que crea división de la fuerza del trabajo entre mano de obra calificada y poco cualificada y además desciende el número de jóvenes. Los trabajadores acuden desde los países del Mediterráneo (Marruecos, Argelia, Túnez, España, Grecia, Italia) hacia el centro y oeste (Alemania, Holanda, Suiza, Bélgica, Francia y Austria). También hay débiles movimientos intercontinentales hacia USA desde países vecinos del Caribe, México, y hacia Argentina, Brasil, Sudáfrica, Arabia Saudí, etc.
Los procesos migratorios actuales no difieren de los anteriores, especialmente de los de la tercera etapa. Los países del sur de Europa tienen en la actualidad una situación migratoria compleja, ya que han pasado de ser punto de partida de corrientes migratorias a ser punto de recepción de una inmigración muy importante de población procedente del Tercer Mundo, con un gran componente de migración clandestina.
Los factores que pueden explicar este fenómeno son varios: el cierre de fronteras de los países del Norte de Europa; el auge económico de los países ahora receptores; la existencia de economías sumergidas que implica trabajo no declarado; desequilibrios económicos entre países próximos.[1]
Según Lorenzo Cachón Rodríguez, el proceso de envejecimiento actual de la población de la Comunidad Europea se puede resumir en cinco rasgos: el peso de las personas de edad avanzada en el conjunto de la población es creciente: los mayores de 65 años son el único grupo de edad que verá aumentar su volumen en todos los Estados miembros hasta el año 2025; es además, una población muy feminizada; todos estos rasgos se producen de forma muy notable en las zonas rurales.[2] La industria de la construcción, la minera y de la agricultura requieren de mano de obra poco cualificada que ya no acuden desde los países del Mediterráneo sino desde Latinoamérica y Europa del Este. La OIM señala que el desempleo ha afectado con mayor virulencia a los trabajadores extracomunitarios debido a su especialización en sectores como la construcción y el comercio.
Afirma Teresa Castro Martín que aunque la inmigración no va a revertir ni a detener el proceso de envejecimiento demográfico, las proyecciones de población de diversos organismos internacionales y nacionales ilustran que sí puede ralentizar el ritmo de envejecimiento a través de dos vías: (1) la entrada de población joven, susceptible de incorporarse al mercado de trabajo, y (2) el incremento del número de nacimientos. Este impacto es ligero, pero no menospreciable, ya que puede aumentar el margen de maniobra para enfrentarse a los retos que supone el envejecimiento poblacional y el nuevo (des)equilibrio intergeneracional.[3]
Con respecto al futuro de la inmigración a Europa, especialmente en Francia e Italia puede afirmarse que ha habido una disminución en el nivel de inmigración hacia la Unión Europea, tal y como se observa en el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones, en el que se advierte que, a pesar de que los niveles migratorios han bajado a raíz de la crisis en la UE, estos se mostraron positivos en 2009 en España, Italia y el Reino Unido.
En Italia no ha habido una disminución en el número total de extranjeros y las mujeres han salido bien libradas de la crisis, debido a que se dedican a sectores menos vulnerables a la crisis, como la educación y el cuidado de personas, incluso ha aumentado su participación en el mercado de trabajo. Las recientes iniciativas impulsadas por el gobierno italiano han confirmado la determinación de Roma de implementar medidas restrictivas y persecutorias que insisten en asociar inmigración con (ausencia de) orden público; irregularidad con inseguridad. Maroni ha dicho que para luchar contra la inmigración irregular y “todo el mal que conlleva” no hace falta ser bondadosos, sino “malos”. Iniciativas altamente polémicas, como el “censo Maroni” a la población gitana y el proyecto de ley que planeaba convertir la inmigración en un delito castigado con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel, despertaron ácidas críticas en algunos gobiernos de la Unión Europea, ello ha significado que la oposición haya asumido que “Italia ha pasado de regular la inmigración a perseguirla”.
En Alemania la crítica de la canciller Angela Merkel, respecto a que el multiculturalismo ha fracasado en su país llevó a una disputa en el gobierno sobre si el país debe permitir el ingreso de más inmigrantes calificados que la industria dice necesitar en forma urgente.
Viven allí 16 millones de personas "de trasfondo inmigrante", es decir, cerca del 20 por ciento de la población y estás personas tienen que haber aprobado en el plazo de un año un nuevo plan de integración. La canciller alemana Angela Merkel, recalca que es imprescindible imponer metas claras y supervisar frecuentemente las medidas adoptadas, centrándose en la educación como factor primordial que garantiza la rápida adaptación de los inmigrantes en el país. Para dar respuesta al fracaso del multiculturalismo se ha ofrecido cursos de integración a los cerca de 1,8 millones de personas interesadas en ello. Se busca reducir el porcentaje de menores extranjeros que abandonan la escuela hasta el mismo nivel que el de los alemanes: un 13 por ciento entre los menores procedentes de familias inmigrantes frente al 7 por ciento entre los niños y jóvenes alemanes. Se requiere un mayor nivel de formación para jóvenes y adultos inmigrantes pues su falta incrementa las dificultades para integrarse en el mercado laboral. La apropiación del alemán como segunda lengua requiere mejorar la calidad de la educación, formación y aprendizaje del alemán. Por otro lado os inmigrantes que ya se han formado en la universidad abandonan el país cuando terminan sus estudios, lo que redunda en falta de mano de obra cualificada. Recordemos que un 11 por ciento de los estudiantes son de origen extranjero.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Mediadores interculturales y formación

Guillermo Vansteenberghe docente del módulo Sensibilización en el manejo de la diversidad en el marco de la Administración Pública, al interior del Master en Gestión de las Políticas Públicas Migratorias en la Universidad de Alicante nos plantea el interrogante: Cuáles son los colectivos a formar (en orden), en qué, cómo, cuándo y en qué cantidades.

Para responder parto del criterio de que el eje fundamental es la educación.
En ese caso debo formar a la comunidad educativa de la educación formal, la educación no formal y educación informal.
Educación formal: Creadores de políticas educativas, funcionarios del sistema educativo, directivos de instituciones educativas en todos los niveles de formación, maestros, funcionarios institucionales, líderes estudiantiles, estudiantes en general, Padres y madres de familia, personas que hacen las veces de representantes legales de los estudiantes, Líderes políticos, religiosos y civiles de la comunidad en la que está inmersa la entidad educativa.
La educación no formal: Líderes, agremiaciones, asociaciones y miembros de organizaciones de la sociedad civil con base comunitaria y de base internacional, Funcionarios enlace entre instituciones estatales y ONG.
Agentes de políticas públicas: Somos la base comunitaria los llamados a hacer las políticas, de ahí la importancia de la participación en las diferentes áreas de influencia desde las que se puedan crear las políticas.
Promover la convexidad en los barrios entre los diferentes actores sociales y crear una serie de herramientas nuevas, por ejemplo, consejo de sabios, que cubriesen el mayor espectro social posible, para ser representantes para lograr las políticas que el barrio requiere, empoderando apersonas desde su posibilidad de pensarse y hacerse vecino.

Por otra parte nos interroga sobre qué es la Integración
Para definirla parto del criterio de que una explicación (un único verso, un único discurso) no puede ser la explicación del mundo, ya que en el mundo hay tantas explicaciones como seres humanos hay; es decir, el mundo es un multiverso. Oír a otros es la mayor alternativa para conocer, pero asumir otras explicaciones como propias  y validarlas es crecer en el conocimiento.
Por otra parte, como seres emocionales debemos comprender que no a todos los seres las explicaciones y vivencias propias y de los otros les/nos generan amor, rechazo o indiferencia en las mismas condiciones  que a mí me son generadas.
Ellos posibilita tomar Conciencia de sí (como primer agente del proceso educativo y sensibilizador), pero también la conciencia de la existencia del otro como un autentico otro.
Es más importante para lograr la integración partir de los pequeños acuerdos bidireccionales que enfatizar los grandes desacuerdos.
Uno de los problemas que afecta la integración para los latinoamericanos es que dentro del marco de las relaciones sociales se termina generando un discurso diaspórico que elimina el ser, la identidad y las posibilidades de integración del sujeto a entornos en los que se presenta una representación cultural de dominación sobre el que, a pesar de los cambios en el contexto mundial económico y político, no ha podido modificarse del plano encubierto de la cultura iberoamericana.
Si bien la cultura, desde la perspectiva de Patricio Guerrero (2002), es una relación dialéctica que genera el lenguaje entre lo que está en la mente y lo que está en el entorno del sujeto o la sociedad, el plano del intercambio comunicativo entre culturas debería ser un proceso que, cobijado por el marco de la educación y el sentido común, planteara una transformación en la praxis de las representaciones culturales en la sociedad en que se comparte, pero no los mismos modismos ni las mismas formas de producción simbólica que compartidos podrían llevar a la consolidación de un conocimiento verdadero y una socialidad incluyente y globalizada desde el plano de las mediaciones.
No sólo es cuestión de compartir los códigos o los mapas conceptuales propios de la cultura para poder establecer interrelaciones, es importante también educar a la gente desde lo práctico para poder llevar a cabo una comunicación intercultural adecuada; la común-unicación tiene como objetivo principal, el de divulgar la estimación y el orgullo de la propia cultura (y lengua), los conocimientos de las dos culturas participantes, el respeto por ellas; es decir, la apreciación mutua y la disposición al entendimiento.
Integrarse es la capacidad de moverse en las dos culturas y de integrar en la cultura propia lo que según las concepciones y percepciones particulares se percibe como ajeno.
Pueden existir diferentes grados de integración, voluntaria e involuntaria, por ejemplo para lograr la integración afecta la edad, el tiempo de permanencia, el tiempo que se cree se va a permanecer, el nivel de formación o deformación.

Mismos seres, misma lengua, diferente idioma

Cambios en las representaciones culturales y las prácticas comunicativas del sujeto al momento de vivir una experiencia de interculturación

Por: Manuel Antonio Velandia Mora[1] y Roberto Alejandro Morales Rubio[2]
Resumen de la ponencia presentada en el Simposio Internacional Traducción e identidad diaspórica: el (meta)discurso de la (a)culturación, Alicante, España, Noviembre 4 de 2010. 


El término español […] refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas (RAE, 2005); pero aunque se compartan el mismo código lingüístico y los mapas conceptuales genéricos para este idioma entre los países iberoamericanos, cuando un sujeto se desplaza entre estas tierras se ve en la imperiosa necesidad de recurrir a la interrelación dialéctica que produce el lenguaje en el sistema de representaciones y manifestaciones de una cultura, para así adaptarse a un contexto que elimina lo perteneciente a la terminología, el discurso y el contexto relacional -y de poder- propios del migrante. 

La interculturación, como uno de los resultados del proceso de desplazamiento de un ser humano a otros lugares, evidencia impedimentos de comunicación en aspectos tales como lo quinésico, lo prosémico, lo fónico y lo discursivo, a tal punto que se crean varias manifestaciones lingüísticas para una sola representación. 

Para el caso de un sujeto colombiano, hacerse inmerso en otra cultura significa reemplazar de su sistema representativo: 
1.) Términos coloquiales -como camiseta (polo), trabajo (currar), gustar (guay), incluso tirar (follar), entre muchos otros con el fin no perderse en modismos que, aunque son mencionados en algunos diccionarios modernos, desconfiguran todo aquello que el sujeto trae consigo y no está habilitado para usar fónica y prosémicamente en el lugar que le recibe; 
2.) Procesos identitarios y discursivos -replanteamiento de su “deber ser”, “querer ser” y “estar siendo”; y,
3.) La carga representativa que lo mediático ha creado en el lugar receptor sobre el lugar de origen del sujeto. 

El lenguaje es generador de mundos, mundos de dependencia-dominación, mundos en los que la lengua que se supone un punto en común se transforma en: 
1.) Impedimento para la interpretación social y la mediación intercultural necesarias para la inclusión e integración; 
2.) Reafirmando un discurso diaspórico.

[1]  Manuel Antonio Velandia Mora. Doctorando Enfermería y Cultura de los cuidados. DEA en Enfermería y Cultura de los cuidados, Universidad de Alicante; DEA y Doctorando en psicopedagogía Universidad del País Vasco; Maestrando en Gestión de las Políticas Migratorias e Interculturalidad, Universidad de Alicante; Máster en Educación; Sociólogo.
[2] Roberto Alejandro Morales Rubio. Comunicador Social, Fundación Universitaria INPAHU, Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje. Programa Universitario en Comunicación Social, Bogotá D. C., Colombia

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pensarse igual, hacerse igual

La dignidad de las personas y la igualdad son los elementos centrales de toda actuación encaminada a la integración de las personas inmigrantes.

Hace unos días vi como una mujer de unos 50 años huía, siendo seguida por una chica española quien gritaba que la detuvieran, que le había robado la cartera. Yo me encontraba en el camino de la posible delincuente y no dudé en detenerla en su huida; cuando la joven se aproximó a nosotros le exigió a la otra mujer que le devolviera la billetera, la interpelada aducía que no había tomado nada, pero en el forcejeo entre las dos mujeres cayó de su pecho una billetera. Cuál no sería la sorpresa de la joven al ver que la billetera que tomaba del piso no era la suya sino la de su novio, quien se había quedado sentado en una de las sillas que estaban ubicadas en el exterior de un conocido restaurante en el que se hallaban comiendo. La chica me pidió que revisara a la mujer pues no aparecía su billetera ni el dinero que su novio llevaba en la suya, pero yo dudé en hacerlo pues pensé que esa era función de la policía. Justo en ese momento, en la calle frente a nosotros se acercaba un carro de la policía, al ver el auto y oír mis gritos llamándola, la señora sacó cien euros de su brasier (sostén) y junto a la otra billetera se los entregó a la chica, quien sin volverse a comunicar conmigo tomó sus pertenencias y se fue del lugar.

La otra mujer salió corriendo del lugar y yo me quedé reflexionando sobre la violencia callejera, la situación económica española, el incremento del número de habitantes de la calle y de personas que piden limosna y comprendí la necesidad de quien estaba robando, pero igualmente pensé que el robo no era la alternativa de resolver la crisis, aun cuando también sé que esta es una faceta de un problema que aumenta y que requiere solución.

Unos minutos y metros más adelante ingresé a la sede de una organización juvenil alicantina y quien allí se encontraba observó el nerviosismo que en mi era evidente. Le relaté lo sucedido y lo que aconteció a continuación me dejó sin palabras y con ganas de expresar muchos argumentos. La persona me dijo que los inmigrantes no deberíamos ayudar en ese tipo de situaciones, porque muy seguramente la policía le creería más a la española que había delinquido, si ella “denunciaba” que el ladrón era yo.

No creo que el auxilio sea exclusivo de nacionales, sino un acto propio de la solidaridad, pero no puedo dejar de pensar si esta persona tenía la razón en sus argumentos. Como afirma la Ley 15/2008 “La integración de las personas inmigrantes en la sociedad valenciana implica el reconocimiento de una serie de derechos, así como el cumplimiento de unos deberes que parten de los criterios de convivencia y organización característicos de la sociedad española y valenciana. Todo ello dentro del respeto a la identidad cultural y religiosa de los recién llegados. En este sentido, la integración sólo puede hacerse efectiva a través del conocimiento mutuo”.[1]


No sé realmente si los españoles se quedan de brazos cruzados cuando ocurre un acto como el relatado, aun cuando considero que muchas personas, sin importar su lugar de origen, actuarían solidariamente. No puede pedírsele a una persona que se integre plenamente a la sociedad si personas en esa misma sociedad asumen que frente a un español de origen siempre existiría la posibilidad de que el inmigrante fuera considerado delincuente.

En otra parte del preámbulo de la citada Ley se afirma que “La sociedad que la Constitución Española refleja es democráticamente avanzada y en ella late de manera intensa un interés por la igualdad material, por lo que obliga a los poderes públicos a remover todos los obstáculos que impidan que la igualdad sea real y efectiva”.


Si ello es verdad los ciudadanos no podemos esperar que las autoridades de policía actuasen de esa forma, como mi amigo cree que suelen actuar. Desde mi experiencia en general los policías son amables, respetuosos y solidarios, pero me queda la duda de si eso sólo ocurre en aquellos actos de la cotidianidad en los que no hay una vinculación con un posible delito y que en dicho caso la relación se torna diferente.

Desde la perspectiva de la norma ello no debiera ser así, pero el temor de los ciudadanos nacionales e inmigrantes basado en la creencia de que las autoridades de policía no actúan de parte de la ley y los derechos de los ciudadanos - imaginario basado en muchos casos en la experiencia que tenemos en algunos de los países de origen de que miembros de la policía en su abuso de autoridad permanente cometen atropellos contra los ciudadanos-, pudiera enturbiar la imagen de la autoridad española.

Cabe reflexionar que esa imagen negativa parece no ser sólo de los inmigrantes, sino también de algunos ciudadanos españoles de origen, lo que implicaría por un lado crear las condiciones para que haya un acercamiento entre los inmigrantes y las autoridades policiales y así desvirtuar la falsa creencia y promover una lectura y experiencia diferente de la autoridad y sus funciones, y por el otro que los mismos ciudadanos españoles reflexionen al respecto.

No es posible hacerse igual ni pensarse igual a los demás si siempre pensamos que con nosotros las personas actúan diferente a como lo hacen con las demás personas no inmigrantes o existe la creencia popular de que inmigrante y delincuente son sinónimos.

[1] Preámbulo. LEY 15/2008, de 5 de diciembre, de la Generalitat, de Integración de las Personas Inmigrantes en la Comunitat Valenciana.